lunes, 17 de octubre de 2016

CONCEPTO DE TEL.


1. DEL RETRASO EN EL LENGUAJE AL TEL

En el estudio de las alteraciones en el lenguaje se han empleado numerosos términos para referirse a los problemas que hoy en día se pueden categorizar como trastorno específico del lenguaje. 
Así, un primer término que tuvo cierto éxito es el de "afasia evolutiva", entendida como trastornos receptivos o productivo-receptivos producidos en niños y que mostraban similitudes con la desorganización del lenguaje que es típica en las afasias de los adultos.
No obstante, el concepto de afasia siempre se ha relacionado con problemas lingüísticos derivados de daños y patologías neurológicas, por lo que para muchos autores no era adecuado para describir los problemas de muchos niños que mostraban un desarrollo lingüístico alterado pero sin que existiera dichos problemas neurológicos, y además era un término originado en un ámbito médico que era difícil de trasplantar a la Logopedia.
Por tanto, posteriormente y dentro de un ámbito más logopédico, se acuñó el concepto de "retraso en el lenguaje" y se habló de dos tipos principales:
  •  Retraso primario en el lenguaje: caracterizado principalmente por un desfase de la adquisición de las habilidades lingüísticas de acuerdo a la edad cronológica, sin que existan causas biológicas ni psicológicas que lo expliquen.

  •  Retraso secundario en el lenguaje: debido a otras patologías de tipo neurológico, motórico, psicológico, etcétera. 
Lógicamente, los casos de TEL entrarían dentro de los retrasos primarios en el lenguaje, reservándose la otra categoría para los problemas logopédicos asociados al retraso mental, el autismo, etcétera.

Sin embargo, para muchos autores e investigadores esta categoría de "retraso primario" seguía siendo muy amplia y con poca utilidad para el trabajo clínico, por lo que nuevamente se subdividió en dos nuevos conceptos: 
  •  Retraso simple del lenguaje: se aplicaría a niños pequeños (hasta unos 6 años) en los que existe un desfase en el aprendizaje del lenguaje si lo comparamos con el ritmo evolutivo habitual de las adquisiciones.
  •  Disfasia infantil: se entendería como un déficit del lenguaje oral que se manifiesta principalmente a partir de los 6 años, bajo la forma de una desorganización del lenguaje en evolución.
Los conceptos de "retraso simple" y de "disfasia infantil" encontraron un notable eco dentro de la comunidad científica y logopédica, siendo utilizados extensamente; incluso en la actualidad, algunos trabajos emplean el concepto de disfasia o de retraso simple del lenguaje. Pero pese a ello, muchas voces continuaron criticando esta terminología, apoyándose en razones como las siguientes:
  •  En la práctica eran muy difíciles de distinguir, ya que básicamente los problemas típicos del retraso simple también podían encontrarse en la disfasia y viceversa.

  •  El criterio de los 6 años es muy problemático, ya que los niños no tienen un ritmo evolutivo que pueda dividirse categóricamente en función de la edad cronológica.

  •  Debido a los problemas anteriores, la utilización en el campo aplicado era muy difícil. Si bien a nivel teórico eran muy comunes, la utilidad clínica de los dos términos era muy escasa.

  •  Había muchos casos que no quedaban bien cubiertos, especialmente en la disfasia.

  •  No eran términos específicos: el término de retraso en el lenguaje es muy vago y de uso común, y el de disfasia tenía connotaciones en el ámbito médico.
Por todo ello, se procuró una solución consistente en "empezar de cero", empleando un nuevo término para describir esta casuística. Así, a partir de las propuestas de varios autores y posteriormente de las recomendaciones de la ASHA (American Speech-Hearing Association), surgió el término de "trastorno específico del lenguaje (TEL)" para hacer referencia a una limitación significativa del lenguaje en niños que presentan un desarrollo normal y que no muestran una causa evidente para dicha limitación.

De esta manera y como resultado de esta evolución, en la actualidad la tendencia es la de emplear el término de TEL como una etiqueta diagnóstica más específica, propia del ámbito logopédico, y sin excesivas connotaciones.

2. DEFINICIÓN ACTUAL DEL TEL

Utilizaremos la definición de este trastorno propuesta por la ASHA (American Speech-Hearing Association), que lo caracteriza como:
"Una dificultad con el lenguaje que no está causada por ningún déficit evidente a nivel neurológico, sensorial, intelectual o emocional, y que puede afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades conversaciones

Esta definición es también la recogida en nuestro país por AELFA (Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología), que entiende este déficit como:
"Dificultades de lenguaje observadas en niños con un desarrollo típico en todas las demás funciones psicológicas y con una educación normal, al menos en el momento de su identificación"

En resumen, los niños diagnosticados con TEL (a) muestran un funcionamiento correcto en la mayoría de áreas de funcionamiento, (b) no muestran otros trastornos concomitantes, y (c) tienen evidentes dificultades en el lenguaje sin razones aparentes.

Y aunque, como veremos más adelante, la variedad de problemas y casos que se consideran como TEL es muy grande, podemos considerar como características generales de este trastorno las siguientes:
  •  Hay un nivel lingüístico inferior a lo esperado para el grupo de edad (se considera que tiene que existir un retraso de al menos 12 meses, o de al menos 1,25 desviaciones típicas por debajo de la media de la población normal en un test de lenguaje).

  •  El niño presenta un desarrollo normal a nivel cognitivo, social, de autoayuda y motor.

  •  No existen déficits sensoriales ni alteraciones cerebrales asociadas. En numerosas ocasiones se hace un diagnóstico erróneo ya que alumnos diagnosticados como TEL presentan alteraciones sensoriales, cognitivas y cerebrales por lo que no serían alumnos TEL.

  •  En definitiva, no existe una causa conocida que pueda explicar la gravedad del retraso en el lenguaje.

  •  Los déficits afectan a la competencia lingüística (comprensión y producción) pero no a la comunicativa; es decir, que los niños con TEL suelen mantener una intención comunicativa importante.

  •  El problema es evidente desde las primeras etapas de adquisición del lenguaje (2-3 años).

  •  Los déficits tienen un carácter evolutivo, de manera que si no se realiza una intervención adecuada, los problemas suelen ir empeorando a lo largo del tiempo y los niños pueden acabar recibiendo un diagnóstico más severo (retraso mental, autismo, etcétera)

Fuente: Universidad de Murcia.

2 comentarios:

  1. otra caracteristica es que presenta conmorbilidad con el trastorno del procesamiento auditivo central (TPAC), por lo que comparte sintematologia.
    un saludo

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  2. Muchísimas gracias Julia por tu aportación, un saludo te mando!

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