lunes, 28 de noviembre de 2016

MI HIJO NO TOLERA LA FRUSTRACIÓN.





La frustración se define como cualquier obstáculo que interviene entre el niño y su meta. La forma en que el niño perciba esta frustración es lo que va a determinar cómo se sienta cuando se encuentre bloqueado al querer alcanzar su meta.
Los tiempos en los que vivimos hacen recomendable que durante el proceso de crianza de nuestros hijos adquieran la fortaleza suficiente, para afrontar con éxito las dificultades que necesariamente encontrarán a lo largo de la vida.
Hoy en día algún nivel de frustración se considera necesario para la formación del carácter en el contexto de un crecimiento emocional sano, que permita un manejo asertivo de la realidad adulta de nuestros hijos.
La frustración es el sentimiento que obtenemos cuando una situación en la que una expectativa, un deseo o una ilusión no se cumple. Se trata de la vivencia emocional ante una situación en la que nuestros deseos, proyectos o ilusiones no se satisfacen o no se cumplen.
En ocasiones las familias evitan al niño todas las situaciones de insatisfacción, de manera que el niño no obtiene el entrenamiento necesario para tolerar la frustración y basta la mínima experiencia para sentirse desbordado.
Algunos niños responden ante estas situaciones insatisfactorias con pequeñas rebeliones, otros se encierran en sí mismos. Ninguna de estas respuestas resulta saludable.
Debemos enseñar al niño a controlar estas situaciones, a tener una respuesta más adecuada ante situaciones que le producen frustración.
Se puede aprender a tolerar mayores retrasos en el deseo y en la gratificación del mismo. Por ejemplo, cuando un padre corre a darle al niño inmediatamente lo que demanda, está interfiriendo en un muy importante proceso de aprendizaje que es aprender a retrasar la gratificación tolerando la frustración.
A medida que los niños van creciendo, tienen mayores oportunidades de desarrollar tolerancia a la frustración. Cada vez que encuentran un obstáculo hacia una meta y se les impulsa a manejar la situación por ellos mismos, se les está ayudando a desarrollar tolerancia. Además, se les ayuda a capacitarse para postergar la gratificación inmediata para obtener una meta a largo plazo.
Recomendaciones para trabajar en casa:
  • Poner un buen ejemplo en casa. Ya que si en casa el niño observa conductas similares, seguirá el mismo patrón de comportamiento. Los niños aprenden e imitan lo que ven en casa.
  • Se empieza con pequeños pasaos, metas pequeñas y ser paciente.
  • Ayudar a los niños a aceptar lo que no puede cambiarse.
  • Enseñar a que nada es “horrible y “terrible” y que la situación siempre puede ser peor.
  • Reforzar a los niños cuando se acercan a tolerar la frustracióne ignorar cuando aparezcan comportamientos de baja tolerancia a la frustración.
  • Dejar que los niños hagan esfuerzos y luchen por sí mismos.
  • Es positivo fomentar técnicas de relajación para niños en casa. Las técnicas de relajación siempre son útiles para disminuir las situaciones de frustración en la infancia.
  • Fomentar la autonomía del niño en la resolución de los problemas.
  • Enseñarle a aceptar las críticas de los demás. Explicarle que le ayudan a mejorar. Cuéntale la historia del patito feo y déjale claro que todos tenemos la posibilidad de convertirnos en cisne.
  • Refuerza su identidad. Explícale que cada persona es diferente, y que ser distinto no significa ser peor. Esto es especialmente importante si en el colegio no se siente aceptado.
  • Refuérzale en las actividades que se le dan bien y minimiza las tareas en las que es más torpe.
  • Ponle reglas y mantén tu autoridad. Los niños necesitan límites claros, firmes y coherentes por parte de sus padres. Un niño sin límites es un niño frustrado y descentrado. Para afianzar su personalidad necesita saber qué se espera de él en cada momento.
La mayoría de seres humanos experimentamos cierta frustración cada día. Ya que es natural que obstáculos interfieran en nuestros planes y objetivos. Sin embargo, no es la presencia de la frustración la que nos hace sentir mal, sino nuestra actitud hacía ella.

Visto en: Blog Isep Clinic. Autora: Alexandra Sierra.
Fuente de imagen: Pixabay

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