10 tips para trabajar con un niño que tiene mutismo selectivo

El mutismo selectivo es un trastorno poco común (tiene una incidencia de 18 cada 10.000 personas). Los niños con mutismo selectivo pueden parecer tercos, incontrolables o irrespetuosos por el hecho de no poder hablar en situaciones estresantes para él. Un niño con mutismo selectivo puede llegar a ser tan ansioso en una determinada situación que puede mostrar las siguientes características: “congelarse” en su lugar, no ser capaz de hablar, no establece contacto visual o se sentirá agitado.

1. Adquirir una buena relación con el niño: “Invertir” tiempo para conocer al niño que tiene mutismo selectivo, sus gustos y sus aversiones, y participar con él en actividades divertidas y relajadas.
2. No obligar al niño a hablar: No engañar o sobornar al niño, no usar frases exigentes, tampoco es útil usar recompensas, amenazas o castigar al niño por no hablar.
3. Hacerle saber al niño que será capaz de hablar cuando esté listo: A pesar de que no estés esperando que verbalice al inicio de la terapia, sí es el objetivo final. Asegúrate de que el niño sabe que la meta es que él sea capaz de hablar sin ansiedad, pero no lo fuerces. Hay diferentes etapas de la comunicación que permite el progreso hacia la vocalización:
  • Etapa 0: No responde / no inicia / “congelado”.
  • Etapa 1: Comunicación no verbal a través de “pointing” / asiente / escribe / levanta la mano.
  • Etapa 2: Comunicación verbal a través de sonidos roncos / susurra / llama la atención de alguien.
4. Educar al personal sobre el mutismo selectivo: Es conveniente informar a quienes trabajan en el lugar de estudios del niño lo que es el mutismo selectivo, cómo comunicarse con el niño y cómo ayudarlo a obtener ganancias en un ambiente educativo sin la presión de hablar.
5 .Conocer las situaciones en las que el niño se siente cómodo y en las que se siente incómodo hablando: Una vez que determine las situaciones en las que el niño se sienta cómodo/incómodo hablando, tendrás un punto de partida para la terapia. Podrás simular las situaciones en las que el estudiante si sienta cómodo hablando, y poco a poco añadir elementos o compañeros en un ambiente seguro para fomentar su comunicación verbal.
6. Tener una rutina estructurada: Las situaciones no estructuradas pueden hacer que un niño con mutismo selectivo sienta ansiedad. Deja que el niño sepa de antemano cualquier cambio que habrá en la rutina (ya sea visitas de otras personas o cambio de actividades).
7. Designar un lugar seguro: Ten un lugar seguro en la sala o en el hogar, a modo de “esfera”, donde el estudiante puede ir a tomar un descanso entre las rutinas diarias.
8.Enseñar estrategias al niño: Como el uso de tarjetas comunicativas, ayudas visuales, que piense con anticipación sus respuestas antes de contestar o decirle al niño con anticipación si puedes hacerle alguna pregunta, para que tenga tiempo para pensar en ello.
9.No obligar al niño a hablar como parte de una tarea: Más bien bien, darle crédito por algún trabajo escrito, dejar que haga una presentación de Power Point, grabarlo con una cámara en un ambiente tranquilo para que él o ella no tenga que presentarse delante de todos sus compañeros de clase y dejar que utilice gestos infantiles o la comunicación no verbal para contestar preguntas.
10.No permitir que otros hablen por el niño: A veces está bien dejar que un amigo hable por el niño con mutismo selectivo, si el niño lo permite o le susurra al otro niño lo que quiera decir. Es mejor que el niño con mutismo selectivo hable a través de otro a que no hable en absoluto. Sin embargo, si los demás responden por él todo el tiempo sin esperar alguna indicación del niño, es mejor enseñarles que el niño con mutismo selectivo tiene que aprender a usar su  propia voz con más frecuencia y que esperen que él mismo les diga lo que necesite.
Fuente: fonoaudiologos.wordpress.com