Hoy en día son muchos los trastornos del desarrollo que conocemos. Todos estamos ya familiarizados con los nombres de retraso del lenguaje,
autismos,
dislexia,
TDAH… pero estamos poco familiarizados con el
TANV o trastorno del aprendizaje no verbal. Este artículo trata de darnos una idea global de que implica dicho trastorno.
Según Narbona (2009): “El Aprendizaje “NO verbal” o procedimental, es el sistema de memoria implícita que sustenta la adquisición y uso de rutinas y habilidades motrices, cognitivas e interactivas. Supone un ahorro del trabajo consciente y la atención, y facilita la fluidez de la conducta, es decir unas carencias en los aprendizajes que no incluyan aprendizaje verbal y sí sensoriomotor.”
Por tanto, entendemos por el TANV que es un trastorno donde están afectadas las habilidades no lingüísticas y que afecta a la coordinación motriz, la integración visual, las habilidades sociales, la planificación y la memoria visual y auditiva.
Los niños que presentan TANV muestran una inteligencia “normal”, su habla es correcta presentando buena fonología y articulación pero presentan dificultades en el uso del lenguaje (el uso social, el construir frases, relacionar palabras, segundos significados, entender chistes…). A nivel motor se observa una carencia psicomotriz ya sea en la motricidad gruesa como en la fina, organización y conciencia espacial y temporal, problemas en relaciones sociales ya que les cuesta entender las señales (no lingüísticas) del interlocutor y presentan rigidez a los cambios.
Comúnmente puede presentar características muy similares a otros trastornos como el
TDAH,
TEL (trastorno específico del lenguaje),
Asperger,
TGD (trastorno generalizado del desarrollo). Por ello es importante consultar con el neuropsicólogo para establecer un buen diagnóstico y poder planear una adecuada intervención en el equipo multidisciplinar.
Fuente: Eva Nieves. ISEP Barcelona.
Fuente del folleto: Jesús Jarque Gª.