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domingo, 20 de mayo de 2018

PSICOLOGÍA DEL COLOR EN LOS NIÑOS ¿ QUÉ MUESTRAN SUS DIBUJOS?


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A los niños les encanta crear, imaginar y jugar con todos aquellos objetos que les rodean. Una de sus actividades favoritas sin duda es dibujar y dejar fluir su imaginación utilizando diferentes colores, pero, ¿te has planteado alguna vez qué muestra la elección de los colores en sus dibujos? Hoy veremos la psicología del color en los niños, concretamente en sus dibujos.
Antes de adentrarnos a estudiar la psicología del color en los niños en profundidad, es interesante notar la diversidad de los colores que hay en el dibujo. Por ejemplo, un niño que utiliza una amplia gama de colores se muestra como alguien extrovertido, expresivo y con mucha motivación, mientras que aquellos que siempre utilizan los mismos o se decantan por reducidos tonos pueden estar dejando ver una falta de confianza en sí mismo, ya que no sale de su zona de confort. Ahora bien, si utiliza muchos colores y todos muy llamativos, nos puede indicar que estamos ante un niño hiperactivo y que no sabe mantener la calma.
La elección de un color u otro puede estar determinada por muchos factores, como por ejemplo su estado de ánimo en el momento de dibujar o qué color le ha llamado la atención en ese momento, pero puedes encontrar fácilmente un color que predomina en todos sus dibujos y que utiliza repetidas veces. Si bien sería interesante analizar otras características como el trazo o las formas del dibujo, vamos a centrarnos en qué dicen los colores en el dibujo de los más peques.

Psicología del color en los niños: ¿qué muestran sus dibujos?

Azul: el color de la calma, la tranquilidad y la sensibilidad. El azul suele estar muy presente en los dibujos de los niños, especialmente cuando intentan representar el cielo, el océano o el mar. Se trata de un color que suele estar asociado con una gran capacidad de inteligencia emocional, aunque algunos expertos señalan que la excesiva presencia del azul en los dibujos puede representar un problema de enuresis.
Negro: sin duda uno de los colores más potentes y con más fuerza. Si existe una predominancia de este color, significará que el niño tiene una personalidad rebelde y revoltosa, incluso con cierto halo de tristeza y melancolía, lo que le llevará a querer destacar sobre los demás en algún momento de su crecimiento. Especial cuidado hay que tener con la constante combinación de negro y rojo junto con trazos muy marcados, ya que denota agresividad y poca paciencia.
Naranja: un color asociado con la niñez y la sociabilidad. La presencia del naranja denota una gran facilidad del peque para relacionarse con el resto de personas, aunque una utilización excesiva del mismo es señal de impaciencia e irritabilidad.
Rosa: el color femenino por excelencia se asocia a sensibilidad y calma, al mismo tiempo que delata una mente soñadora con mucha imaginación. No sólo se trata de un color muy utilizado por las niñas, sino que los niños más sensibles le dan importancia al color rosa en sus dibujos.
Amarillo: como hemos comentado en Psicología del color, el color amarillo es signo de felicidad y vitalidad. Además, resulta muy atractivo para los peques, es por ello que marcas como Nesquik o McDonald’s tienen muy presente este tono. Cuando este color se integra perfectamente con el resto de colores sin destacar por encima del resto, puede ser indicio de creatividad y energía, pero debemos tener cuidado si predomina en el dibujo, ya que puede ser signo de que el pequeño está pasando por situaciones que le crean tensión.
Verde: esperanza, positividad y tranquilidad son adjetivos que rápidamente asociamos al color verde. Denota una gran conexión con la naturaleza, aunque si se utiliza para representar entornos o elementos que no son de dicho color puede ser señal de rebeldía y problemas emocionales.
Rojo: valor, vitalidad, energía y pasión, cualidades de uno de los colores que más llama la atención a los niños y niñas. El rojoserá positivo si en el dibujo mantiene un equilibrio con el resto de colores, ya que denotará un buen control de las emociones. Ahora bien, si en su dibujo vemos una gran predominancia de este color, será un indicador de irracionalidad y necesidad de trabajar en el autocontrol. ¿Recuerdas que en el negro mencionábamos la mezcla de rojo y negro con trazos fuertes como signo de agresividad? Los mismos trazos únicamente con el color rojo podrían ser también signo de hostilidad y tendencia a romper las reglas.
Marrón: el predominio del marrón más famoso, que es el que representa al tronco de los árboles, puede significar que nuestro peque tiene una visión realista de las cosas que ocurren a su alrededor, por lo que tendría un gran sentido de la responsabilidad a pesar de su edad. Ahora bien, cuando el tono predominante es un marrón oscuro, estamos ante un indicador de seriedad e intolerancia.
Violeta: en la psicología del color en los niños, este color asociado al mundo de las hadas y la fantasía por excelencia expresa una necesidad de dominar los sentimientos, al mismo tiempo que deja entrever una sensación constante de melancolía y tristeza. Aunque no es habitual que el violeta predomine por encima de otros colores, cuando el violeta es el absoluto protagonista es señal de un malestar interno provocado por la presión que los padres ejercen sobre el pequeño.
Como verás, para entender la psicología del color en los niños hace falta detectar el predominio de un color en sus dibujos, la mezcla de colores, qué objeto están representando con ese color, la fuerza del trazo… Se trata de un análisis que hay que realizar con calma, pero que puede decir mucho de los peques y nos servirá para conocerles un poco más a nivel emocional. ¿Cómo se está sintiendo el niño durante el cumpleaños? ¿Le gusta estar rodeado de tantas personas o se muestra inseguro? La elección de colores en su dibujo puede decirte mucho sobre eso.

Visto en: Psicologiadelcolor.es

jueves, 13 de octubre de 2016

DÉJALES QUE SEAN AUTÓNOMOS: TAREAS QUE PUEDEN HACER POR EDADES.



Son muchas las madres (y muchos los padres) que en algún momento dicen que no pueden más, que están agotados, que todo el día están recogiendo, limpiando y continuamente detrás de sus hijos para conseguir que todo esté en su sitio y mínimamente presentable.
Bien, no están solos... todos andamos más o menos igual. Sin embargo, gran parte del "trabajo" de los padres lo asumirían los hijos si se les diera la oportunidad de hacerlo. Es una cuestión de darles autonomía, de ponérselo fácil para que puedan colaborar y de hacerles partícipes de sus "destrozos" y "desórdenes".
Por eso hoy os decimos esto: "déjales que sean autónomos, para que así crezcan". Y para saber cuándo están capacitados os dejamos con una tabla inspirada en Montessori para saber qué tareas pueden hacer en cada edad.

Déjale que crezca

Quizás no os lo creáis (o quizás sí), pero son muchos los padres a los que en la consulta les tengo que decir esto: "déjale crecer", o "ayúdale a crecer". Porque tienen cuatro o cinco años y no saben casi vestirle solos, no beben agua más que cuando la piden, muchos aún son bañados y casi, casi, alimentados.
¿Que a qué me refiero? Pues que me dicen cosas como "es que está muy pegadito a mí", "es que duerme solo, pero se viene todas las noches a mi cama", "es que lo veo muy bebé", "es que creo que tendré problemas con el pañal", "es que apenas juega con otros niños", etc., y yo les digo que no se agobien, que no pasa nada porque el niño haga todo eso, pero que hay muchos niños que aún siguen anclados en la etapa de bebé, y tienen que poder pasar página.
Pero para poder pasar página y que los padres no nos acabemos convirtiendo en sus mayordomos tenemos que promover su autonomía, que hagan cosas ellos solos. No tiene sentido que los fines de semana, por ejemplo, les vistamos nosotros. Que lo hagan ellos. Puedes dejarle la ropa a su altura y que se la pongan... que lleguen a su ropa. Y si prefieres darle tú lo que quieres que se ponga, dáselo, pero no lo vistas, que lo intente él.
No tiene sentido que el niño tenga sed y que tenga que venirte a decir que quiere agua. Déjale los vasos de plástico en algún cajón que pueda abrir, o fuera, a una altura acorde a su estatura. Y si quieres, incluso una botellita con agua para que él mismo se la sirva.
Y así con todo. Que vea que puede hacerlo. Que lo intente. Que lo haga. Que empiece a ocuparse de su vida, que tiene edad y capacidad para empezar a hacerlo.

No forzar, pero sí permitir crecer

No hay que obligar ni forzar al niño a hacer las cosas. No tiene sentido que se lo hagamos todo los padres y de repente le obliguemos a hacerlo. Tiene que salir de él, de querer hacerlo, de querer colaborar, de querer ser uno más, como tú, partícipe de su imagen, del orden de la casa, de la limpieza, de la higiene...
Así que sugiere, invita a hacer, o directamente haz que sea divertido (si es posible): canta, ríe, hazle reír mientras lo hacéis, cuéntale historias... así puede ser hasta divertido también para ti, aunque tardéis un poco más.

La tabla inspirada en Montessori para saber qué tareas pueden hacer en cada edad.

Pero... ¿cómo voy a hacer que mi hijo, que apenas ha hecho nunca nada, se ponga ahora a hacer lo que pone en su edad?, pensaréis muchos. Tranquilidad. Si tenéis un hijo de 9 años, por ejemplo, y os acabáis de dar cuenta de que apenas hace nada de eso, y tampoco lo veis capaz, será porque no ha hecho aún mucho de lo anterior
La tabla es progresiva y orientativa. Un niño de 9 años puede hacer lo que dice la tabla si en las edades anteriores, más o menos, tuvo las responsabilidades para las que estaba preparado. Así que si la estáis mirando y pensáis que os gustaría que vuestro hijo hiciera más cosas, y además pensáis que las hará motivado y con implicación, pues igual tenéis que empezar por cosas de edades inferiores, para finalmente llegar a lo de su edad.
De igual modo, un niño puede hacer las cosas que en la tabla aparecen para niños de más edad. Todo depende de su motivación, sus ganas y su habilidad. Al final la clave está en respetar sus ritmos de aprendizaje.
En cualquier caso no dejan de ser ideas, un abrir los ojos de los padres que piensan que sus hijos son siempre pequeños para hacer algunas cosas, que puede ayudar a todos los miembros de la familia: si mamá y papá no tienen que hacerlo todo, si los hijos también colaboran en las tareas del hogar, puede quedar más tiempo libre para pasar todos juntos. Y esto seguro que los hijos también lo valoran.
Visto en: bebesymas.com

miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿CÓMO NOS AFECTAN LOS " LIKES" DE FACEBOOK?



Actualmente, infinidad de personas son las que forman parte de una red social como Facebook, en especial los adolescentes, interiorizándola de tal forma en sus vidas que puede llegar a afectar directa o indirectamente a nuestro cerebro e influenciar negativa o positivamente en nuestra autoestima.
Un estudio reciente realizado por la Universidad de California (UCLA), Estados Unidos, sostiene que “existen determinados circuitos neuronales, especialmente en adolescentes, que se activan ante esa interacción (un “me gusta”) en las redes sociales”. La investigadora Lauren Sherman, del Ahmanson-Lovelace Brain Mapping Center, también explicó en su estudio, el cual consistió en mostrar 148 fotografías a 32 adolescentes entre 13 y 18 años, que a medida que veían las imágenes, su cerebro estaba siendo estudiado con resonancias magnéticas. Cuando aparecía un “Me gusta” en una foto suya, aquellas regiones del cerebro relacionadas con la producción del placer se activaban.
Otro resultado que aporta dicho experimento es que, los adolescentes con más “Me gusta” se dejan influenciar por las opiniones de los demás y les devuelven el “Me gusta” como respuesta; “los adolescentes reaccionan de forma diferente a la información cuando creen que ha sido apoyada por muchas personas, incluso si esas personas son extraños”, dijo Lauren Sherman.
El tiempo que pasemos en las redes sociales determinará si se ha creado una dependencia en la persona, si esta se ve condicionada por el nivel de “Me gusta”que adquiere en sus publicaciones y si se ha creado una adicción, que podemos definir cómo el hábito que domina a una persona, la dependencia a una sustancia, a una actividad o a una relación.
El hecho de tener más o menos “Likes” puede incidir en la autoestima. Por un lado, de forma negativa haciéndonos sentir inferiores, excluidos, inadaptados, como si no fuéramos lo suficientemente interesantes como para que otros nos tengan en cuenta en Facebook. Muchas personas basan la definición de amistad en función del número de “Amigos” que posean en ésta red social y así sentir que son lo suficientemente importantes por obtener su aprobación, un síntoma de inseguridad en muchas ocasiones.
Otro motivo por el cual nuestra autoestima se ve afectada negativamente con respecto a las redes sociales es la comparativa que hacemos de nuestra vida en relación a la de los demás. Si un determinado individuo publica una fotografía en Facebook sobre alguna actividad de ocio, en compañía de otras personas o individualmente, tendemos a considerar que nuestra vida resulta poco interesante o que no merece la pena, generando una obsesión y una envidia hacia los otros, lo que provocará un nivel de frustración o decepción en torno a nuestra vida.
Pero por otro lado, Facebook también aporta un punto de vista positivo en relación a la autoestima ya que, el hecho de poder crear un perfil, moldearlo a nuestro gusto, poder publicar aquello que pensamos, creemos o hacemos y que además las personas puedan responder de forma directa y positiva en función de lo que vean, hace que podamos adquirir mayor seguridad en nosotros mismos.
Facebook es una red social como muchas otras que está presente en la vida de muchas personas, pero es necesario conocer no solo los efectos positivos de la misma sino también los efectos negativos o nocivos que pueden suponer de su abuso. Es gratificante obtener una respuesta positiva por parte de otras personas que quieran valorar aquello que publicamos, pero no debemos depositar toda nuestra confianza y autoestima en una red social, debemos verla como un complemento a nuestra vida que nos proporciona bienestar.
 Artículo escrito por Lorena Rodríguez Llamas (alumna en prácticas Isep Clínic Las Palmas. Estudiante de grado de Psicología de la Universidad de Vic)
Visto en : Blog Isep Clinic.

domingo, 19 de junio de 2016

PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES ¿ PROBLEMA O VENTAJA?




Quería compartir con vosotros este artículo , escrito por María Tapia, psicóloga sanitaria en ISEP Clinic Madrid, sobre las personas altamente sensibles y en ocasiones nos encontramos y confundimos su sensibilidad con debilidad, os invito a leerlo.
"Hace apenas un año se transmitió por televisión un recomendable documental llamado “Sensibilidad al Trasluz”. Que la mirada pública se deposite en la sensibilidad, implica un punto de inflexión en la vida de las personas altamente sensibles (PAS), ya que se trata de un aspecto poco conocido, confuso y del que apenas se habla, aún menos en televisiónLo desconocido suele generar incomprensión, y por desgracia a veces rechazo, por ello verse reflejado en un espacio que trata con tanto respeto y sensibilidad un tema tan delicado, puede suponer un gran alivio para muchas personas que se sienten diferentes sin saber por qué.
Antes de nada destacar que, cuando hablamos de personas altamente sensibles, en realidad lo hacemos de un rasgo de personalidad. No hablamos de una patología ni de un trastorno, sino de un rasgo que da forma a una manera de ser sensible, no por debilidad, sino por la capacidad de percibir. Dos de cada diez personas lo comparten, no obstante muchos ignoran la verdadera razón de su alta reactividad, física y emocional. Esto suele provocar un sentimiento de incomprensión hacia uno mismo y conducir a conclusiones erróneas y perjudiciales para el propio concepto y la autoestima.
Pero, ¿a qué se debe esta sensibilidad? Las personas PAS poseen una sensibilidad en el procesamiento sensorial que hace que sean capaces de captar más detalles de una situación. Detalles que a otra persona podrían pasarle inadvertidos, a una persona PAS no sólo no se le escapan sino que le pueden llegar a afectar, tanto para bien como para mal. Para bien porque ser capaz de percibir los pequeños detalles, permite disfrutar de la vida de una manera preciosa, única y especial. Para mal porque ser más sensible, también hace más susceptible al sufrimiento, aspecto que obliga a protegerse y cuidarse más de lo habitual.
Esto no significa que tenga que ser siempre así. No es que las personas PAS sufran sin remedio sino que, al tener un umbral perceptivo más bajo, son más reactivas a por ejemplo sonidos, olores, texturas, lugares abarrotados y bulliciosos, al caos y al desorden… Pero también, y quizá este es uno de los aspectos más importantes, son más reactivas a las emociones de los demás. Esto les convierte en personas muy intuitivas, capaces de percibir leves variaciones en el estado de ánimo y de captar sutiles diferencias que a otro podrían pasar inadvertidas. También esta alta reactividad emocional explica su capacidad para conectar con las emociones de los demás. Una asombrosa empatía que si no se administra correctamente puede ocasionar dificultades a la persona altamente sensible. Por ejemplo, tener que tomar decisiones puede suponer una labor compleja e incluso paralizante, no por no saber hacerlo, sino por la conmoción que produce considerar todas las emociones, que la elección podría desencadenar en los demás.
Suelen ser personas introvertidas, observadoras, intuitivas, cuidadosas, detallistas, perfeccionistas y autoexigentes. La creatividad y la sensibilidad por el arte y los pequeños detalles les confieren una personalidad delicada, sensible y aparentemente frágil. No obstante, no se trata de personas frágiles. Una persona PAS que se conoce y se acepta tal cual es, puede haber adquirido un dominio emocional tal que le permita gestionarse mejor que a muchas personas ante determinadas situaciones, sin que esto repercuta en su capacidad para sentir y emocionarse. A la inversa, alguien que hace atribuciones erróneas de su reactividad, y que no ha aprendido a cuidarse, regularse y aceptarse, se convierte en una persona más vulnerable a determinados trastornos psicopatológicos, especialmente trastornos de depresión y de ansiedad.
Por ello es difícil dar respuesta a la pregunta ¿problema o ventaja? Alguien que no tenga conocimiento de este rasgo de su personalidad, y asocie su sensibilidad a que es más débil, complejo o diferente, sufrirá por ello. Sufrirá también por querer ser igual a los demás, sin darse cuenta de que es en la divergencia donde radica su valor. Alguien que no sepa protegerse y manejar toda la intensidad estimular, es probable que también lo haga… No obstante, en el momento en el que se toma consciencia de ello y se aprende a gestionar, no solamente deja de ser una dificultad, si no que se convierte en el rasgo más valioso de la personalidad de las personas PAS. Conmoverse ante la agitación expresada en una obra de arte, sentir como las notas musicales erizan la piel, poder conectar con las personas de una manera sincera y profunda y apreciar los miles de matices que concede la vida, son sólo algunos de los regalos de este rasgo… sin embargo, para poderlo vivir plenamente, es necesario conocerse, respetarse, cuidarse, validarse y aceptarse. Sin miedo y con convicción."

miércoles, 30 de marzo de 2016

¿ POR QUÉ CRITICAMOS?




Las críticas normalmente son puntos de vista negativos sobre las acciones o dichos de otras personas y peor aún en ocasiones, sobre las propias personas. Si bien puede ser socialmente aceptable criticar acciones o declaraciones equivocadas, lo que resulta muy dañino es lanzar críticas sobre la persona en su conjunto.
Criticar a otras personas es una práctica muy común entre los grupos de personas en diferentes ámbitos de la vida: familiar, laboral, escolar y social. La práctica de criticar a otros ha llegado a tal grado, que actualmente existen muchos programas de radio y televisión cuyo contenido se basa únicamente en criticar, sobre todo a personas famosas. Lo peor de todo es que estos programas manejan niveles de audiencia bastante altos, es decir, las personas disfrutamos al escuchar comentarios negativos contra otros, incluyendo personas a las que admiramos.
Existen diversas razones por las que las personas adoptamos el hábito de criticar a otros, y paradójicamente, muchas de ellas son derivadas de problemas o debilidades propias, antes que de las personas a las cuales se critica. Algunas de las principales razones por las que criticamos son las siguientes:
Para agradar a otros.
Es posible que esta estrategia funcione momentáneamente y nos ayude a entretener a algunas personas, sin embargo, nuestra imagen empeorará y nos volveremos menos confiables, ya que nuestros amigos sabrán que cuando no estén presentes probablemente los criticaremos a ellos también.
Porque no estamos agusto con nosotros mismos.
Lanzamos la crítica sobre otras personas con el fin de que nuestros propios defectos parezcan menos graves ante los demás y ante nosotros mismos. La critica es la salida negativa a nuestros errores. Al criticar a otros nos mentimos a nosotros mismos diciéndonos que el problema está en otras personas.
Criticamos las cosas que detestamos en nosotros mismos.
Cuando emitimos algunas críticas, es posible que simplemente estemos reflejando lo que nos molesta de nosotros mismos. Por ejemplo, si te enfada demasiado que alguno de tus hijos no sea bueno en la práctica de un deporte, es muy probable que tu tampoco hayas sido muy bueno en tu niñez en el mismo deporte.
Por celos o envidia.
Sentirnos inferiores a alguien activa un mecanismo de defensa que consiste en rebajar a la otra persona y tratar de aminorar sus cualidades a través de la crítica.

¿Cómo dejar de Criticar?
Como todos los demás vicios de los humanos, el hábito de criticar a otros puede ser muy difícil de eliminar si estás demasiado acostumbrado a hablar mal de otros, si las relaciones con tus amigos se basan en esta práctica, o si tu auto estima depende de ello.
Para dejar de criticar es necesario que realices un auto análisis muy profundo para descubrir cuales son las verdaderas razones por las que te ves impulsado a criticar, además de indagar cuales son las “necesidades interiores” que satisfaces cuando criticas, cuales son las carencias interiores, que es lo que te hace falta: aprecio, aceptación, amor, reconocimiento, admiración, etc.
Cualquiera que sea la necesidad personal e interior que encuentres insatisfecha, no esperes a que otros lleguen a satisfacerla. Tu puedes comenzar a darte lo que necesitas, ya sea aprecio o reconocimiento. En la medida en que seas más capaz de aceptarte a ti mismo, más fácil resultará para los demás apreciarte y reconocerte. Una vez que logres encontrar tu propio valor personal, tu necesidad de criticar a otras personas será mucho menor o inexistente.

Fuente: Isep Clinic Blog
Autora: Fuensanta Rodríguez. Psicologa Sanitaria. Córdoba.

viernes, 11 de marzo de 2016

¿ QUÉ ES LA INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA?




Gardner (1983), en su obra Estructura de la Mente, define la inteligencia como “la capacidad para resolver problemas y crear productos valorados, al menos en un contexto cultural o en una comunidad determinada”. Propone la existencia de ocho inteligencias y en su teoría de las inteligencias múltiples muestra una perspectiva amplia y pragmática de la inteligencia, más allá de la perspectiva restringida de la medición de un coeficiente intelectual (CI). Entre dichas inteligencias podemos citar la inteligencia lingüística, que es la capacidad para manejar y estructurar los significados y las funciones de las palabras y del lenguaje.
El uso del lenguaje es universal y su desarrollo en los niños es  sorprendentemente similar en todas las culturas. La inteligencia lingüística o verbal representa un instrumento esencial para la supervivencia del ser humano moderno, pues constituye un elemento importante en la comunicación y el desarrollo.
¿Dónde se crea el lenguaje?
Esta localizada principalmente en los lóbulos temporal y frontal izquierdos (áreas de Wernicke y Broca). Es el área cerebral de Broca la responsable de la producción de la palabra hablada y el área de Wernicke la de la comprensión del lenguaje.

¿Qué características son las más comunes en niños/adultos con una capacidad lingüística alta?
  • En la comprensión: 
aprenden escuchando, leyendo, escribiendo y discutiendo.
 Escuchan de forma eficaz, manifiestan buena comprensión, interpretan y recuerdan lo que se ha hablado con anterioridad.
  • En la expresión oral: imitan los sonidos, el lenguaje, la lectura y la escritura de otros.
 Hablan de manera práctica a diferentes públicos y con distintas finalidades. Hablan de manera elocuente, persuasiva y apasionada en función de la necesidad expresiva de cada situación.
  • En el aprendizaje de otros idiomas: manifiestan gran habilidad para aprender otras lenguas.
 Disfrutan escuchando otros idiomas e imitan la expresividad lingüística de otros.
  • En la expresión escrita: escriben de forma clara, precisa y, a veces, de forma sugestiva.
 Utilizan adecuadamente las reglas gramaticales.
Utilizan con corrección las reglas ortográficas y los signos de puntuación. Escriben de forma creativa, si se les da la información necesaria y las oportunidades para escribir.
  • Y en la lectura: les encanta leer, comprender, interpretar y sintetizar los contenidos de los textos leídos.
 Disfrutan con las historias, cuentos y relatos de los personajes reales o imaginarios. Leen mucho y aprenden mucho con los libros.
En la actualidad la teoría de las inteligencias múltiples se está utilizando en las aulas de muchos colegios. Esta apuesta por un nuevo modelo de enseñar y aprender centrado en el alumno y en el desarrollo de habilidades y estrategias de las diferentes inteligencias. Aprender es más fácil si cada uno lo hace según su tipo de inteligencia.

Fuente: Isep Clinic. Blog
Autora: Zoraida Hernández

miércoles, 17 de junio de 2015

A LOS NIÑOS NO SE LES ENSEÑA A CONCENTRARSE.





La holandesa Eline Esnel, directora de la Academia Internacional de Enseñanza de Mindfulness, es famosa en todo el mundo por su método de meditación para niños, recogido en Tranquilos y atentos como una rana, un libro que ha vendido 150.000 ejemplares en 27 países. Empezó en esto en los años 80, cuando nació su primer hijo, que durante nueve meses estuvo llorando sin parar. «Una matrona me enseñó el primer principio del mindfulness: 'Cuando acunes al bebé, simplemente acúnalo;cuando llore, dedícate sólo a oír su llanto. En otras palabras, atiende al momento presente. No intentes cambiar las cosas'. Ahí vi lo importante que era estar calmada y atenta con un niño nervioso y estresado».

¿Tienen los niños de hoy en día un problema de concentración? ¿Hacen demasiadas cosas a la vez?
Estoy convencida de que los niños del siglo XXI tienen muchos problemas de concentración, demasiadas distracciones. Nuestro cerebro no está hecho para hacer muchas cosas al mismo tiempo, funciona mejor si se hace una cosa detrás de otra. Los niños de hoy en día están muy atareados. El botón de encendido les funciona muy bien, pero ¿dónde está el de pausa? 
¿Qué les aporta el mindfulness?
Los profesores a menudo les dicen: «Por favor, concentraos», pero no les enseñan cómo hacerlo. El mindfulness les da desde pequeños una visión de cómo funciona su cabeza, de cómo se distraen y de cómo pueden influir en su propia mente para estar más tranquilos y ser más conscientes. También aprenden cómo manejar los momentos de estrés. Algunos niños rumian muchos las cosas y tienen pensamientos dolorosos. El mindfulness les ayuda a concentrarse en su respiración, en vez de estar preocupándose. 
¿Cuándo empieza a verse el cambio?
Con practicarlo sólo unos pocos minutos al día, sus cerebros cambian, de forma que reaccionan a los conflictos de una manera consciente, en lugar de gritando, pegando o haciendo bullying. La agitación se reduce y la calma aumenta en el aula. A las pocas semanas la atmósfera es más tranquila en la clase y después en la escuela entera. 
¿Qué ventajas tiene para el docente?
Lo que mejor funciona para los profesores es un curso de ocho semanas llamado MBSR, que les calma y les hace más resistentes al estrés, lo que repercute en que sus alumnos se vuelvan más calmados.

Fuente: elmundo.es 

10 PAUTAS PARA FOMENTAR LA CONCENTRACIÓN.




La concentración es imprescindible para el aprendizaje, sin concentración es prácticamente imposible aprender. 
En numerosas ocasiones los pequeños tratan de aprender, pero no se concentran. La concentración es una habilidad mental y por lo tanto se puede entrenar y desarrollar con las estrategias adecuadas. Es muy importante que prestemos atención a los niños y niñas y que favorezcamos su capacidad de concentración.

Beneficios de concentrarse

Cuando los pequeños aprenden a concentrarse, consiguen importantes beneficios presentes y futuros.
  • Mejoran sus resultados académicos
  • Mejora su rendimiento en diferentes tareas, y esto les llevará a su éxito personal, ya que esta habilidad la emplearán en las diferentes actividades que lleven a cabo ahora y en el futuro.
  • Se favorece la consecución de sus metas y logros personales
  • Potencian su desarrollo personal.
  • Aprenden a relajarse y a seleccionar aquello a lo que deben atender.
  • Aprovechan mejor su tiempo, en menos tiempo logran hacer más cosas con mejores resultados.
  • Aumenta su autoestima y su confianza.

¿Por qué los niños y niñas no se concentran?

La mente capta todos los estímulos del ambiente y selecciona aquellos a los que atiende. Las personas siempre están prestando atención a algo, el problema es que no siempre prestan atención al estimulo deseado. Actualmente son muchos los estímulos que nos rodean, se podría decir que hay una sobre estimulación. Los niños y niñas están rodeados de cosas que llaman su atención y centrarse en algo que no llama tanto su atención les resulta complicado.
Por ello es imprescindible la concentración, entendida como habilidad para controlar los estímulos y enfocar la atención en el deseado, manteniéndola un tiempo determinado.

 ¿Cómo ayudamos a los niños a concentrarse?

 10 pautas para fomentar la concentración
  1. Es importante comenzar el entrenamiento en concentración desde una edad temprana para que adquieran el hábito.
  1. Emplea periodos cortos de tiempo, en los que el niño se mantendrá realizando una tarea. (comienza por unos 10 minutos y poco a poco aumentamos el tiempo)
  1. Prepara el espacio, déjalo libre de estímulos distractores (TV, videojuegos, etc.).
  1. Ten en cuenta las horas de sueño y las preocupaciones que pueda tener, ya que dificultaran la concentración.
  1. Haz que se centre en una sola tarea o parte de la misma cada vez.
  1. Cuando le expliques algo, mantén el contacto visual.
  1. Haz que se dé cuenta de cuando empieza a perder la concentración y porque le ocurre, pregúntale y hazle pensar en ello.
  2. Enséñale estrategias para recuperar la atención (cambiar de tarea, dividir la actividad en partes, hacer un pequeño descanso, seleccionar lo más importante de la actividad) y para dejar a un lado preocupaciones (enséñale a que se diga a sí mismo “esto otro no puedo solucionarlo ahora, primero termino mi tarea”)
  1. Refuerza sus logros por pequeños que sean con felicitaciones, para que se dé cuenta de que lo ha hecho, de que ha mantenido la atención y por lo tanto es capaz de seguir haciéndolo).
  2. Se comprensivo y paciente. Ten en cuenta que es una habilidad que se adquiere poco a poco, no esperes grandes logros en poco tiempo.


Fuente: educapeques.com

lunes, 11 de mayo de 2015

DIFERENCIAS ENTRE MOTIVAR Y PREMIAR.



Premiar y Motivar son conceptos tan desconocidos como importantes, tanto en nuestras relaciones sociales como el cualquier proceso que de ellas nace. Las dos cierran y abren el círculo viciosos de la superación y el crecimiento personal, del camino de la sabiduría de uno mismo y son la clave del proceso de aprendizaje de la vida.
Motivar a una persona es proporcionarle algún motivo o razón para que realice o ejecute una determinada acción. Y Premiar es otorgar un reconocimiento por una acción, obra, actividad o por poseer alguna cualidad personal. ¿Cómo explicar, entonces, su diferencia y su complementariedad? Es sencillo, ya veréis.
Nos planteamos muchas veces cómo hacerle entender a nuestros hijos, a nuestros familiares (y esto puede generalizarse a otros ámbitos personales) cómo pueden sacar el máximo provecho de sí mismos. Vemos en el otro capacidades que ellos no ven (a todos nos pasa) e intentamos aportar lo que ellos no pueden: fuerza para crecer y aprender. Nos estamos refiriendo a la Motivación: conjunto de necesidades físicas o psicológicas, de valores y modelos sociales incorporados, no siempre conscientes, que nos orientan la conducta hacia el logro de un objetivo que necesitamos, sea por la razón que sea. ¿Es, por tanto, algo que se nos pueda dar desde el exterior? No, porque es el motor que guía y orienta nuestras acciones, sentimientos y pensamientos para conseguir logros que nos ayudan a ser felices, a superarnos y nos proporciona energía emocional y esto sólo nace de nosotros mismos. Pero, ¿podemos ayudar al otro a encontrarla? Por supuesto que sí.
Perdemos la motivación cuando no encontramos salida en algo y no la tenemos cuando no conocemos las consecuencias positivas de nuestros actos. Por ello es tan importante controlar el binomio Premiar-Motivar. El protagonismo del premio está en lo necesitamos para motivar a la persona porque necesitamos resultados de nuestros actos y conductas, es una de nuestras reglas principales de comportamiento.
Por lo tanto, Premiar es aportar un estímulo que aumenta la probabilidad de que la conducta se repita, con tan sólo su presencia. Al premiar hacemos que el interés por la conducta aumente, consiguiendo que la persona la repita. El peligro está cuando se necesita premiar para que haya motivación en la ejecución de la conducta. En ese momento no conseguiremos que la persona se conciencie de la bondad de la conducta, sino que aprenderá a que todo lo que ha de hacer o se le pida estará ligado a un premio y lo reclamará para portarse bien. En ese momento estamos premiando.
Lo que más influye en el aprendizaje de la conducta, acción o comportamiento es la sensación individual que producen los refuerzos, que le permiten a la persona cumplir sus propias metas. Por lo tanto, para el aprendizaje, o para cualquier clase de comportamiento humano, lo más importante es la motivación. ¿Cómo ayudar a provocarla? Mostrando las consecuencias de los actos, mostrando el camino hacia el crecimiento si se realiza la acción…Es decir, enseñando todo lo bueno.
Por lo tanto, necesitamos hallar el premio que sea motivador para la persona, pero sabiendo que no será quién mantendrá esa conducta en el tiempo. Sólo si lo conseguiremos si experimentamos placer en la mera ejecución de la conducta, acción, comportamiento. Esto es motivar.
En los más pequeños esto es difícil de controlar porque no tienen un sentido ni concepto de la motivación. Se mueven por impulsos y necesidades; su motor en la satisfacción de necesidades y deseos. Esa es la verdadera motivación en sus actos. Si usamos premios muy potentes y les damos un exagerado valor para conseguir la ejecución de sus comportamientos, no motivaremos, sino que condicionaremos al pequeño. “Si te portas bien esta tarde te compro cromos”, es un tipo de frase muy típica. Con ello conseguimos que el niño aprenda que el buen comportamiento lleva implícito un regalo. Lo correcto es premiar para motivarle a que realice el comportamiento correcto, y ahí entran en juego los premios no materiales. Portarse bien en una necesidad social y personal, no puede perder esa dimensión. Substituir premios materiales por sociales es lo correcto porque le provocarán sensaciones y sentimientos igual de placenteros que la propia ejecución de la conducta, a la vez que refuerza su verdadero sentido.
Hemos de recordar que somos su modelo, su guía en el camino de la vida. Usemos todo lo necesario para que crezcan, pero sepamos cómo usar nuestros propios recursos. Si usamos el premio con sabiduría será nuestro mejor recurso, aunque muchas veces no tenga forma de crono, muñeca o bicicleta, sino esencia de abrazo, buen humor y felicidad..entre muchas otras formas.

Fuente:M. Luisa Regadera. ISEP CLINIC MALLORCA.

miércoles, 4 de febrero de 2015

FENÓMENO LO TENGO EN LA PUNTA DE LA LENGUA.








Seguramente te ha ocurrido muchas veces. Ves a una persona conocida e intentas recordar su nombre. Lo sabes, sabes que lo sabes, sabes que tu cerebro está a punto de dar con el nombre pero, por mucho que lo intentas, no lo logras. Lo mismo ocurre cuando intentas decirle a tu amigo el título de la última película que has visto, pero no eres capaz de recordarlo. Tienes el título en la punta de la lengua, pero por alguna misteriosa razón parece no querer salir de tu boca.

Este fenómeno es un ejemplo de lo que en psicología se conoce como bloqueos de la memoria, que se produce cuando tienes algún recuerdo pero, por alguna razón, no puedes llegar a él. Lo más curioso es que, por alguna razón, sí puedes recordar el nombre de otra película o de otra persona, y parece que es este último recuerdo el que bloquea la palabra o frase que estás buscando.

Según recientes estudios esta es una sensación que todos tenemos al menos una vez por semana y, como promedio, logramos encontrar el dato un minuto después de haberlo buscado.

La explicación que da la psicología a este fenómeno es un bloqueo por exceso de información. Cuando buscamos en nuestra memoria un dato determinado, sobre todo si tenemos gran interés en encontrarlo, activamos en nuestro cerebro toda la información referida a ese dato, hasta tal punto que unos datos bloquean a otros. En el caso de la película, podemos contar el argumento, hablar de los actores, directores, etc., pero el título se nos sigue resistiendo.

Por ello, uno de los mejores trucos para romper este bloqueo es desviar la atención hacia otro tema. Por ello, al cambiar de tema o pensar en otra cosa, nos aparece, ¡por fin! el título de la película o el nombre de la persona que estábamos buscando.


¿Cómo sé si estoy experimentando el fenómeno de la punta de la lengua?

Las personas mayores pueden tener dificultades para recordar los nombres de personas que conocen o de lugares a los que han acudido anteriormente. Son conscientes de que tienen esa palabra a la que quieren acceder en la punta de la lengua, pero no recuerdan ese término y tienen dificultades para acceder a ella. Esto sucede también cuando entran a una habitación buscando algo pero, una vez dentro del cuarto, se dan cuenta de que ya no recuerdan qué estaban buscando.
Cabe destacar, además, que se le llama ‘en la punta de la lengua’ porque consideramos que estamos a tan sólo un paso de recuperar esa palabra que estamos buscando. Sabemos que esta palabra forma parte de nuestro vocabulario y que la conocemos a la perfección, pero necesitamos recuperarla.

El papel de la corteza prefrontal en nuestros recuerdos

El problema está en la corteza prefrontal, la parte de nuestro encéfalo responsable de nuestra memoria. La corteza prefrontal no puede identificar la palabra que estamos buscando en ese momento, tal y como detalla Eldercare Resources Los Angeles. Cabe destacar,  que estas palabras forman parte de nuestro vocabulario y que hemos podido acceder a ellas anteriormente, pero en este preciso instante nos es imposible recordar la palabra que buscamos. El fenómeno de la punta de la lengua nos sucede a todas las personas, ya sea niños, jóvenes, adultos o ancianos, pero sucede con más frecuencia a personas mayores.
El hecho de que este suceso sea más frecuente en personas mayores no significa que no podamos realizar algunas actividades específicas para mejorar nuestra memoria y para recordar las palabras con más facilidad. El secreto, segúnEldercare Resources Los Angeles , está en mantener nuestro cerebro perfectamente activo, y de manera diaria.
Cómo ser más activos

Tenemos que aprender algo nuevo a diario, apuntarnos a ese curso que tanto nos interesa pero al que todavía no nos habíamos atrevido a iniciar, descubrir caminos diferentes para llegar a casa o al supermercado que tanto nos gusta, leer el periódico, hacer crucigramas, jugar con los nietos y con juegos de mesa, hacer ejercicios de memoria para ejercitar nuestra mente, hacer deporte (aunque sea caminar media hora cada día) y quedar con los amigos. En otras palabras, debemos mantenernos activos todos los días, y la parte positiva de este consejo es que tenemos muchas actividades de entre las que elegir y podemos formar parte de las actividades que más nos gusten.
Como dato curioso, queremos destacar que a las personas bilingües les sucede este fenómeno más que a personas que solamente dominan un idioma. Les sucede más cuando están hablando en el idioma que no utilizan tanto, posiblemente porque no utilizan esas palabras con tanta frecuencia en comparación con quienes sólo hablan un idioma.
¿Es grave?
El fenómeno de la punta de la lengua solamente se puede convertir en un problema cuando interfiere en nuestra vida diaria y con nuestra capacidad para aprender. Debido a que a todos nos pasa que, de vez en cuando, no encontramos la palabra que estamos buscando, solamente debemos preocuparnos si sucede muy a menudo y si dificulta la manera en la que vivimos nuestra vida.