Mostrando entradas con la etiqueta Familia.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Familia.. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de octubre de 2016

RABIETAS EN PÚBLICO ¿ QUÉ HAGO?


El desarrollo moral y emocional de los niños se produce al mismo tiempo que nosotros desarrollamos nuestro nuevo rol de padres, es decir, los niños crecen experimentando emociones que son nuevas para ellos, y al mismo tiempo nosotros como padres, también sentimos y vivimos situaciones totalmente novedosas, experiencias que no habíamos resuelto anteriormente y, de repente, en cuestión de pocos minutos, tenemos que decidir qué hacer ante nuestro hijo iracundo, tirado al suelo, gritando y pataleando con gran energía. ¡Horror! Todas las alertas se disparan, y aún más si la rabieta ocurre en mitad del supermercado, en el parque o en cualquier lugar en el que, encima, nos sentimos evaluados.
Para ello, no hay reglas mágicas, pero sí algunas orientaciones útiles. Es bueno que podáis practicarlas en contextos 'seguros' de forma que ganéis confianza en vosotros mismos, y así cuando estéis en un lugar en el que os sintáis observados, podáis tener un mayor autocontrol de la situación.

¿Cómo conseguimos esto?

Si, por ejemplo, el enfado o la rabieta viene porque el niño quiere conseguir algo, y consideráis que eso 'No puede ser', lo más posible es que al decirle que 'No', el niño responda con agresividad. Es aquí cuando vosotros no debéis responder con la misma agresividad, ese es el momento de aprendizaje para los niños, es en ese instante, en el que os convertís en un espejo en el que ellos observan y esperan ver cuál es la manera de responder ante el enfado.

En ese momento: 

  1. Comunícale que quieres saber cómo se siente, pero que esa manera que utiliza no es adecuada.
  2. Dile que vas a estar ahí a su lado y que en cuanto cese su comportamiento agresivo podréis buscar una solución.
  3. Déjale un espacio y tiempo para que lo recapacite.
  4. Acompáñale con tu presencia, no le amenaces diciéndole que si sigue así te vas, y le dejas solo, o que le dejas de querer. El objetivo es que le muestres que no apruebas su comportamiento, pero eso es independiente de que tú le quieras.
  5. En el momento que cese o disminuya la intensidad de su comportamiento, acércate, abrázale y ponle nombre a esa emoción que él está sintiendo. Esto sirve para que el niño se sienta reconocido y sostenido emocionalmente. Con ello conseguimos que baje la guardia y entonces pueda escucharnos.
  6. En ese momento puedes comenzar a explicarle con un lenguaje claro y sencillolas razones por las que no puede ser.
  7. Si vuelve a reaccionar con el mismo comportamiento, mantente firme, repite el mismo proceso, esto aumenta la fuerza de tu mensaje, y le ayudas a entender que aumentar la intensidad de su comportamiento no es igual a conseguir de ti algo diferente.
  8. Si responde de forma positiva, entendiéndolo, refuerza con palabras de cariño, con una sonrisa, besos o palabras de aliento, que te sientes contento u orgulloso de él por cómo ha sido capaz de lograr manejar su enfado.
Recordad, el objetivo principal es transmitirle que queremos saber qué le ocurre, qué le enfada, pero que el comportamiento que adopta para expresarlo no es el correcto (tirarse al suelo, gritos, patadas, llorar fuertemente). Es importante transmitirle que nos gusta que comparta sus emociones, y enseñarle cómo puede hacerlo.
Visto en :  elmundo.es

miércoles, 19 de octubre de 2016

8 PAUTAS PARA EVITAR QUE LOS NIÑOS SEAN CAPRICHOSOS.


Mostrarse caprichoso es algo común y muy habitual en determinados momentos de la vida de un niño pero, ¿qué pasa si este comportamiento pasa a convertirse en lo habitual?
Cuando los niños son más pequeños, en torno a los 2 o 3 años, demandan caprichos de forma irreflexiva, como un impulso al ver objetos o alimentos que les llaman la atención. Se trata de una actitud normal y bastante generalizada; sin embargo, a medida que van cumpliendo años hemos de evitar que se siga dando ya que, el tratamiento que demos como padres desde el primer momento es determinante para que está actitud no se prolongue.
A continuación,  una serie de pautas que os ayudarán a evitar que vuestro hijo sea demasiado caprichoso:
  1. 1.El niño ha de aprender la diferencia entre capricho y necesidad. Enséñasela cuanto antes junto al valor de las cosas
  2. 2.Fija límites. Desde la infancia temprana, los niños deben empezar a cumplir ciertas normas y hábitos. Es parte fundamental de una correcta educación, porque los prepara para que puedan ir asumiendo responsabilidades y estableciendo metas a largo plazo
  3. 3.Sé firme con las rutinas. Si el niño aprende que cada actividad y cosa tienen su momento, irá aprendiendo a autorregularse, lo que le ayudará a comprender mejor su entorno. Además, aprenderá cuáles son sus tareas y lo que sus padres esperan de él, por lo que evitaremos castigos y conflictos.
  4. 4.No premiéis nunca comportamientos inadecuados. Lo mejor es ignorar las salidas de tono y no ceder nunca ante ellas. Si aprende que con una rabieta puede salirse con la suya, lo hará siempre.
  5. 5.Tampoco debemos premiar con regalos materiales los logros de nuestros hijos; ya sean buenas notas, buen comportamiento o logros deportivos. En su lugar podemos usar otros tipos de reforzadores más efectivos como el cariño, la atención, etc.
  6. 6.Han de aprender el valor del esfuerzo para conseguir las cosas. Ua buena manera es haciéndoles "trabajar" por lo que quieren. Por supuesto, sus necesidades están cubiertas pero ordenar su habitación, poner la mesa, o recoger su ropa son obligaciones que tienen que incorporar a su vida para disfrutar de sus privilegios.
  7. 7.Ambos progenitores debéis seguir en todo momento las mismas pautas a la hora de educar a vuestros hijos. Si uno se muestra más permisivo que otro, el niño acudirá siempre a éste para conseguir lo que quiere. Además, siempre debéis apoyaros el uno al otro delante de los niños, que no vean contradicciones.
  8. 8.Evita que tengan demasiados regalos, ya que la consecuencia lógica es que no los valoren. Se acostumbran a tener tantas cosas que se cansan rápidamente y es difícil que algo llame su atención; además de que desarrollan la creencia de que tienen la obligación de recibirlos.
Si no ponemos límites a este tipo de comportamientos pueden convertirse en verdaderos problemas y evolucionar hacia conductas como el Síndrome del Emperador.
Fuente: elmundo.es

jueves, 13 de octubre de 2016

DÉJALES QUE SEAN AUTÓNOMOS: TAREAS QUE PUEDEN HACER POR EDADES.



Son muchas las madres (y muchos los padres) que en algún momento dicen que no pueden más, que están agotados, que todo el día están recogiendo, limpiando y continuamente detrás de sus hijos para conseguir que todo esté en su sitio y mínimamente presentable.
Bien, no están solos... todos andamos más o menos igual. Sin embargo, gran parte del "trabajo" de los padres lo asumirían los hijos si se les diera la oportunidad de hacerlo. Es una cuestión de darles autonomía, de ponérselo fácil para que puedan colaborar y de hacerles partícipes de sus "destrozos" y "desórdenes".
Por eso hoy os decimos esto: "déjales que sean autónomos, para que así crezcan". Y para saber cuándo están capacitados os dejamos con una tabla inspirada en Montessori para saber qué tareas pueden hacer en cada edad.

Déjale que crezca

Quizás no os lo creáis (o quizás sí), pero son muchos los padres a los que en la consulta les tengo que decir esto: "déjale crecer", o "ayúdale a crecer". Porque tienen cuatro o cinco años y no saben casi vestirle solos, no beben agua más que cuando la piden, muchos aún son bañados y casi, casi, alimentados.
¿Que a qué me refiero? Pues que me dicen cosas como "es que está muy pegadito a mí", "es que duerme solo, pero se viene todas las noches a mi cama", "es que lo veo muy bebé", "es que creo que tendré problemas con el pañal", "es que apenas juega con otros niños", etc., y yo les digo que no se agobien, que no pasa nada porque el niño haga todo eso, pero que hay muchos niños que aún siguen anclados en la etapa de bebé, y tienen que poder pasar página.
Pero para poder pasar página y que los padres no nos acabemos convirtiendo en sus mayordomos tenemos que promover su autonomía, que hagan cosas ellos solos. No tiene sentido que los fines de semana, por ejemplo, les vistamos nosotros. Que lo hagan ellos. Puedes dejarle la ropa a su altura y que se la pongan... que lleguen a su ropa. Y si prefieres darle tú lo que quieres que se ponga, dáselo, pero no lo vistas, que lo intente él.
No tiene sentido que el niño tenga sed y que tenga que venirte a decir que quiere agua. Déjale los vasos de plástico en algún cajón que pueda abrir, o fuera, a una altura acorde a su estatura. Y si quieres, incluso una botellita con agua para que él mismo se la sirva.
Y así con todo. Que vea que puede hacerlo. Que lo intente. Que lo haga. Que empiece a ocuparse de su vida, que tiene edad y capacidad para empezar a hacerlo.

No forzar, pero sí permitir crecer

No hay que obligar ni forzar al niño a hacer las cosas. No tiene sentido que se lo hagamos todo los padres y de repente le obliguemos a hacerlo. Tiene que salir de él, de querer hacerlo, de querer colaborar, de querer ser uno más, como tú, partícipe de su imagen, del orden de la casa, de la limpieza, de la higiene...
Así que sugiere, invita a hacer, o directamente haz que sea divertido (si es posible): canta, ríe, hazle reír mientras lo hacéis, cuéntale historias... así puede ser hasta divertido también para ti, aunque tardéis un poco más.

La tabla inspirada en Montessori para saber qué tareas pueden hacer en cada edad.

Pero... ¿cómo voy a hacer que mi hijo, que apenas ha hecho nunca nada, se ponga ahora a hacer lo que pone en su edad?, pensaréis muchos. Tranquilidad. Si tenéis un hijo de 9 años, por ejemplo, y os acabáis de dar cuenta de que apenas hace nada de eso, y tampoco lo veis capaz, será porque no ha hecho aún mucho de lo anterior
La tabla es progresiva y orientativa. Un niño de 9 años puede hacer lo que dice la tabla si en las edades anteriores, más o menos, tuvo las responsabilidades para las que estaba preparado. Así que si la estáis mirando y pensáis que os gustaría que vuestro hijo hiciera más cosas, y además pensáis que las hará motivado y con implicación, pues igual tenéis que empezar por cosas de edades inferiores, para finalmente llegar a lo de su edad.
De igual modo, un niño puede hacer las cosas que en la tabla aparecen para niños de más edad. Todo depende de su motivación, sus ganas y su habilidad. Al final la clave está en respetar sus ritmos de aprendizaje.
En cualquier caso no dejan de ser ideas, un abrir los ojos de los padres que piensan que sus hijos son siempre pequeños para hacer algunas cosas, que puede ayudar a todos los miembros de la familia: si mamá y papá no tienen que hacerlo todo, si los hijos también colaboran en las tareas del hogar, puede quedar más tiempo libre para pasar todos juntos. Y esto seguro que los hijos también lo valoran.
Visto en: bebesymas.com

miércoles, 5 de octubre de 2016

LA MITAD DE LOS NIÑOS ESPAÑOLES JUEGA MENOS DE UNA HORA EN LA CALLE.



Pasar más tiempo al aire libre suele ser una asignatura pendiente para muchas familias cuya rutina lleva a recurrir demasiado a extraescolares sedentarias o pantallas interactivas. Una de las consecuencias es que los niños trabajan cada vez menos su imaginación y creatividad. Lo que acarrea a su vez problemas de salud que se pueden arrastrar el resto de su vida. El 50% de los niños y el 75% de las niñas de entre 13 y 15 años sufren problemas de espalda.

El juego libre es fundamental para los niños y hacerlo fuera de las cuatro paredes ayuda a su desarrollo cognitivo, según los especialistas. La campaña Liberad a los niños, promovida entre otras por empresas de limpieza, se lanza este jueves con la invitación a reflexionar sobre el tiempo que los más pequeños pasan jugando fuera de casa.
Para hacerlo han preparado un vídeo grabado en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos. Los presos expresan la importancia tan vital que tiene para ellos las al menos dos horas que pasa en el patio al aire libre cada jornada. 

jueves, 15 de septiembre de 2016

APLICACIONES PARA MEJORAR LA COMPETENCIA Y VELOCIDAD LECTORA EN CASA.




     


Las nuevas tecnologías, son usadas hoy día como medio de entretenimiento, ocio y acceso a redes sociales pero, además, se han convertido en una herramienta muy útil en nuestras terapias. Si aprendemos a usarlas de forma correcta, pueden llegar a ser un gran aliado para las familias y un óptimo potenciador del aprendizaje en los niños.
Hoy, vamos a hablar sobre el uso de tablets y las aplicaciones que podemos encontrar en el mercado para trabajar de forma atractiva ciertos objetivos de trabajo. En este caso, nos centraremos en aquellas aplicaciones que nos ayuden a mejorar  nuestra competencia y fluidez lectora.
Dependiendo del dispositivo que uséis, tendréis un sistema operativo u otro, y como bien sabréis  no todas las aplicaciones se encuentran disponibles para todos los dispositivos móviles y/o  tablets. Por ello, en este post hablaremos de APPS de lectura para IOS y/o ANDROID. Algunas de las APP serán gratuitas, y otras (la mayoría) de pago, aunque siempre suele haber una versión demo donde poder probarlas y/o el precio de aplicación completa no es excesivo, muchas de ellas son asequibles para todos los bolsillos.
Algunas de las favoritas en nuestro departamento de Logopedia son:
  1. GALEXIA: es una aplicación gratuita, creada y validada en la Universidad de Granada (UGR).Consiste en un juego educativo para mejorar la fluidez lectora en personas con dislexia y  consta de tres niveles: educación primaria, ESO y adultos. El juego, tiene de personaje principal a un extraterrestre que debe viajar desde la Tierra a su planeta de origen, “Leximundo”, superando una serie de minijuegos. Por ahora, sus autores (Serrano y cols.,2012) solo han creado la aplicación en castellano y para el uso en dispositivos ANDROID. Esperamos que pronto se animen a hacerla también para IOS.

  1. YO LEO: es una aplicación educativa, en este caso de pago, aunque hay una versión demo gratuita que permite probar algunos niveles. Está orientada a la mejora de la comprensión lectora y dirigida a los primeros lectores.  Disponible para dispositivos IOS.

  1. LEO CON GRIN: disponible en IOS y ANDROID, al igual que en el caso anterior es de pago pero, existe una versión demo donde probar los diferentes niveles.  Recomendada para niños que están comenzando a leer ya que contiene tareas para el aprendizaje de las letras, sílabas, trazos, lectura de palabras y frases. Para que os hagáis una idea es como una “cartilla de lectura” pero, mucho más motivadora para los niños ya que es presentada como un juego.

  1. DISLEXIA EJERCICIOS PRÁCTICOS: esta aplicación, disponible en IOS y Android, es de pago. Es una APP bastante completa que difunde mitos y realidades sobre la dislexia, informa sobre los tipos de dislexia y los signos de alerta, y además, contiene múltiples ejercicios para trabajar en casa.

  1. SPEEDREADING: aplicación  de pago, para sistema IOS, con demo gratuita. Está enfocada a mejorar la fluidez y la precisión lectora. Tiene un apartado bastante interesante en el que se pueden cargar libros digitales y practicar algunos de los ejercicios con ellos.

  1. SPREEDER: para aquellas personas que no posean ni dispositivos Android o IOS o no se manejen bien con las tablets, os dejo otra herramienta más (gratuita) en este caso, para ordenador.  “Spreeder”, nos ayudará a mejorar nuestra fluidez y velocidad lectora. Nos permite introducir un párrafo, cuento o similar en un cuadro de texto que aparece en la pantalla y modular la frecuencia con la que aparecen las palabras para su posterior lectura.
Visto en: Isep Clinic Blog.
Autora: Laura Martínez Navarro.  Logopeda Isep Clinic Granada.

viernes, 9 de septiembre de 2016

SI QUEREMOS HIJOS FELICES HAY QUE ENSEÑARLOS A NAVEGAR EN TEMPESTADES.





Álvaro Bilbao es neuropsicólogo y autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres, pero “sobre todo me gusta decir que soy padre”. En su ponencia, nos quiso brindar cuatro ideas fundamentales para ayudar a nuestros hijos a cuidar su cerebro. El amor, que no debemos confundir con la sobreprotección, el ejercicio físico para oxigenar bien el cerebro, la nutrición neurosalusable y la gestión del estrés y el autocontrol son las claves que nos brinda este neuropsicólogo que considera que si enseñamos a cuidar el cerebro tendremos hijos más felices. Por eso, Álvaro Bilbao ofrece información práctica en su página web para que todos los padres y madres puedan aprender a educar con el cerebro en mente.

Su intervención comenzó con un contraste: “Todos enseñamos pautas básicas de higiene corporal e higiene dental. Y sin embargo la mayoría de padres tienen muy poca idea acerca de cómo pueden cuidar el órgano más importante de sus hijos: su cerebro”.

¿Por qué es importante enseñar a nuestros hijos a cuidar su cerebro? Porque frente al aumento de diagnóstico o casos de Alzheimer e ictus cuando sean mayores o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) “tenemos la receta del cuidado del cerebro, que es importante que se implante durante la infancia.  Por mucho que un señor de 50 años lea un libro sobre el cuidado del cerebro, si no ha sido educado en una alimentación neurosaludable, en realizar ejercicio físico, si no ha sido educado para saber gestionar sus emociones, es muy posible que pueda hacer poco para prevenir trastornos como la ansiedad, la depresión, el estrés…”, nos indica Álvaro.

Álvaro nos brinda cuatro ideas básicas para cuidar el cerebro: “En primer lugar, lo más importante es el afecto. Un cerebro que no recibe afecto en los primeros años de vida va a crecer con serias dificultades, tanto emocionales como intelectuales” ¿Y por qué el amor afecta al desarrollo intelectual? Para responder a esta pregunta, Álvaro nos habla de tres niveles de cerebro: “El cerebro racional se desarrolla sobre otros cerebros que son el cerebro primitivo (el que nos pide que comamos, que durmamos) y sobre el cerebro emocional (que busca afecto). Solo cuando ese cerebro emocional ha recibido el cariño que necesita, puede tener una capacidad intelectual plena”.  Pero Álvaro nos lanza una advertencia: “Es muy importante que no confundáis el afecto con la sobreprotección”. Ante cualquier reto, en el cerebro se activan dos regiones: “la amígdala, un núcleo rojo pequeñito, que le dice al cerebro que tiene que tener miedo porque eso es peligroso; y la corteza prefrontal, que dice que es capaz de enfrentarse a ese problema. Hay una pugna. Pero si aparece un padre sobreprotector o una madre sobreprotectora que quieren que su hijo no tenga ningún problema, lo único que nos quedará en el cerebro del niño es ese miedo. El niño no aprenderá a resolver problemas porque será el papá o la mamá el que lo haga”. Por eso el cerebro nos enseña que “la manera de enseñar al niño a tomar buenas decisiones no es evitarle los problemas sino dejar que tenga aciertos y errores y ayudarle a aprender de ellos”. 

Otra idea fundamental, especialmente para prevenir ictus y Alzheimer, es el ejercicio físico. “El cerebro es un gran consumidor de oxígeno. Con tan solo un 2% del peso corporal consume el 33% del oxígeno que está en nuestros pulmones. Ese oxígeno llega al cerebro gracias a un corazón que debe estar bien entrenado. Y la mejor manera de conseguirlo es implantar el ejercicio físico desde que somos pequeños”, nos resume Álvaro. Además, hacer ejercicio “nos permite reducir los niveles de estrés y aumentar el BDNF, una proteína que nos permite recordar mejor”. Álvaro nos indicó que “es importante que el aire que respiren nuestros hijos esté limpio, que los llevemos a jugar al campo. Hay muchos estudios recientes sobre el efecto de la contaminación en el desarrollo intelectual del niño”.

En cuanto a la nutrición neurosaludable, “sabemos que desde el embarazo, la cantidad de fruta y de pescado azul que tome la madre van a ser determinantes a la hora de ver la inteligencia del niño unos años después”. Las bases de esa dieta neurosaludable han de ser “frutas, verduras, pescado azul, harinas integrales, limitar el azúcar y evitar las conservas”. Los beneficios de esta alimentación son “la memoria del niño, la concentración (los neurotransmisores que nos permiten recordar y concentrarnos se sintetizan gracias a las vitaminas de las frutas y las verduras), la agilidad mental (que tiene que ver mucho con las grasas que toma el niño, porque las grasas no saturadas facilitan el flujo de información a nivel cerebral)”.  Lo que comemos “también influyen en el estado de ánimo y en la prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento y con la salud emocional del niño”. Álvaro Bilbao resumió la importancia de la alimentación de esta manera: “El hecho de que vuestros hijos tengan las arterias limpias u obstruidas tiene mucho que ver con si compras la merienda de tus hijos en la sección de frutería del supermercado o en la sección de grasas hidrogenadas y azúcares”. 

Por último, Álvaro dedicó buena parte de su ponencia a la gestión del estrés y el autocontrol. “Hoy en día tenemos niños que viven con mucho estrés. No tienen ni un momento libre, no son capaces de enfrentarse a una rabieta y que sufren de una manera desproporcionada ante las dificultades de la vida. Esto provoca el síndrome de decaimiento, la sensación de que no estamos muy motivados ante las situaciones cotidianas de la vida”. Comparando nuestra infancia con la de nuestros hijos, vemos que los viajes en coche ya no se parecen: “Nuestro mayor entretenimiento era observar la luna, mirar por la ventana, jugar al veo-veo o hablar. Hoy en día nuestros hijos tienen una televisión en la parte de atrás del coche”. O que “cuando yo quería ver mis dibujos animados favoritos, que podían ser David el Gnomo, tenía que esperar una semana entera para poder verlos. Nuestros hijos no tienen que hacer ese ejercicio de control de la frustración para esperar ese momento”. En definitiva, subraya Álvaro, “no estamos acostumbrando a nuestros hijos a esperar. Y esperar es muy importante”.  Álvaro nos habló de un experimento cuyo vídeo podéis ver aquí en el que un psicólogo ofrecía a varios niños una golosina y les decía que si esperaban 15 minutos sin comérsela les ofrecería otra más. “A los niños, pero también a los adultos, nos cuesta mucho poner a trabajar esa parte frontal del cerebro. 

Hasta el punto de que la mayoría de los niños en el experimento no llegaron a completarlo satisfactoriamente”. 18 años después, los investigadores buscaron a esos niños y concluyeron que el tiempo que habían aguantado sin comer la golosina predecía mejor que ninguna otra cosa “la nota en el examen de Selectividad y la satisfacción en la relación con sus compañeros y su familia y, en general, su nivel de adaptación social”.” Muchas veces los padres intentamos ahorrar a nuestros hijos las frustraciones. Sin embargo, si queremos tener hijos felices en lugar de hacer que el viento siempre sople a su favor hay que enseñarles también a navegar en tempestades”. Álvaro subrayó que enseñarles autocontrol no significa encorsetar a nuestros hijos. Antes al contrario: “El lóbulo frontal es una zona realmente versátil y va a permitir a vuestros hijos tener la mejor respuesta en función de cada situación”, autocontrolarse cuando sea necesario y divertirse o relajarse en otras ocasiones. . Álvaro nos confesó que “me gusta mi labor de mal padre, en esos momentos en que les digo a mis hijos que eso no lo puede hacer, que tienen  que esperar un  poco, porque aunque sé que muchas veces mis hijos se enfadan, sé que es una labor tan amorosa como darles un beso de buenas noches. Cuando les digo que no o que tienen que esperar, estoy dándoles un regalo importantísimo para su cerebro”. Y concluyó: “Sabiendo controlarse en los momentos que lo requieren y disfrutar en los momentos en los que pueden disfrutar se darán cuenta de que la vida realmente es maravillosa”.


En el turno de preguntas, la presentadora, Luján Argüelles, preguntó cuánto tiempo hy que hacerles esperar. Y recordó que “si le dices a tu hijo que espere una semana a ver los dibujos será el tonto de la clase”. Álvaro le contestó que “mi hijo seguramente sea el único de su clase que no tiene una Play Station, pero sé que es capaz de disfrutar de otras cosas. Cuando la tenga la valorará y si tiene normas claras le va a venir bien para muchas cosas”. La educación, nos dice, “es una apuesta a largo plazo. Los mejores frutos no crecen en pocos días. Para que nuestros hijos den sus mejores frutos, no es favorable meterles en un invernadero que acelere su crecimiento, sino que hay que ser pacientes”.
A una pregunta sobre el TDAH, Álvaro afirmó que “en algunos países parece claro que el TDAH se está sobrediagnosticando. La prevalencia real puede llegar a un 4% y en Estados Unidos o España puede llegar hasta un 10% el porcentaje de niños que a lo largo de su vida escolar van a tomar medicación contra el TDAH. La nutrición neurosaludable, enseñar autocontrol (el TDAH tiene mucho que ver con el lóbulo frontal y con cómo el cerebro controla sus impulsos)” y limitar el uso de los videojuegos “tienen mucho que ver con cómo los niños controlan su atención”. 
A otra pregunta sobre el exceso de actividades dirigidas, Álvaro se mostró “partidario de que los niños tengan pocas actividades extraescolares, es muy importante que los niños tengan un juego libre, porque la imaginación es fundamental en el desarrollo del niño. Einstein decía que la lógica nos puede llevar del punto A al B y la imaginación nos puede llevar a cualquier sitio. Los niños deben estar en casa con sus padres, deben poder jugar y es la manera de desarrollar un cerebro pleno”.
 Visto en: gestionandohijos.com


miércoles, 7 de septiembre de 2016

LOS BENEFICIOS DE LA ESCRITURA A MANO EN LOS NIÑOS.




La escritura a mano: El avance de las nuevas tecnologías está revolucionando nuestro mundo, la manera de trabajar, de relacionarnos, e incluso nuestra manera de escribir.
La escritura manual queda a menudo relegada a un segundo plano, en contraposición a la escritura con teclados. Las ventajas que nos ofrece la escritura con teclados son evidentes, en cuanto a claridad, presentación, corrección, etc. Sin embargo, quizás no sean tan evidentes los beneficios de escribir a mano, aunque sí muy importantes para el desarrollo.

La escritura 

La escritura es una de las habilidades básicas del lenguaje escrito. A través de ella podemos plasmar nuestras ideas, opiniones, sentimientos, conocimientos, etc. y de este modo trasmitimos una información que estará disponible para ser leída por nuestro interlocutor o interlocutores, incluso para nosotros mismos. Como herramienta para el lenguaje, nos permite superar barreras de espacio y de tiempo.

Las nuevas tecnologías y la escritura

Las nuevas tecnologías han supuesto un gran avance y una auténtica revolución que afecta a muchas facetas de nuestra vida diaria.
Las nuevas tecnologías han permitido avanzar en nuestra manera de escribir, podemos guardar documentos escritos manteniéndolos en buen estado, nos asegura una letra legible y entendida por todos, nos permite la corrección automática, además de ofrecer un estilo y formato limpio, ordenado que favorece la lectura y la comprensión.
Las nuevas tecnologías hacen posible que la escritura mejore, desde el punto de vista del texto que va a ser leído. Es decir las ventajas que nos ofrece escribir con teclado se centran en el proceso lector posterior y no en el propio proceso de escribir.
Cuando escribimos con teclados, ganamos en tiempo, en presentación y en claridad del texto, pero dejamos de lado otros aspectos muy importantes, relacionados directamente con el proceso de escritura, como la capacidad de pensar de autocorregirnos mientras escribimos, etc.

Los beneficios de escribir a mano

La escritura manual no debe ser olvidada ni relegada a un segundo plano, ya que el desarrollo de esta habilidad tiene importantes beneficios para los niños y niñas, ya que son diferentes los procesos mentales que se ponen en marcha cuando queremos escribir algo.
Veamos cuales son:
  • La escritura manual requiere destreza motriz y por lo tanto favorece el desarrollo de la psicomotricidad fina. Aspectos relacionados con la coordinación óculo manual, presión del trazo, etc. se desarrollan con la escritura y pueden ser empleados en otras circunstancias.
  • La escritura manual permite a los niños y niñas aprender el proceso de escritura, pensar antes de escribir, equivocarse, corregirse y en definitiva aprender practicando.
  • Escribir manualmente supone pensar de un modo más tranquilo y más elaborado en lo que estamos escribiendo.
  • Escribir manualmente favorece el desarrollo de la lectura. Cuando el niño/a escribe a mano tiene que pensar en las diferentes letras y en la manera correcta de escribirla.
  • Cuando los niños y niñas escriben a mano están centrados en la tarea, así que favorece su atención y concentración, evitando posibles distracciones.
Autora: Celia Rodríguez Ruiz.Psicóloga y Pedagoga@educa_aprende
Visto en: educapeques.com