ORIGEN DE LA HISTORIA DEL RATONCITO PÉREZ.
El origen más probable del ratoncito y su enlace con un hada proviene de un
cuento francés del siglo XVIII de la
baronesa d'Aulnoy:
La Bonne Petite Souris (El Buen Ratoncito). Habla de un
hada que se transforma en un ratón para ayudar a derrotar a un malvado rey, ocultándose bajo la almohada del mismo, tras lo cual se le caen todos los dientes.
Cubierta del cuento
Ratón Pérez de
Luis Coloma, ilustrada por Mariano Pedrero (1911)
En
España, su introducción a la
mitología infantil se debe a una historia producto de la imaginación del jesuita
Luis Coloma (el autor de
Pequeñeces,
Jeromín y otras piezas). Desde
Palacio Real de Madrid, allá por 1894, pidieron al
padre Coloma que escribiera un cuento cuando a
Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, se le cayó un diente.
Coloma lo presenta como un bonachón personaje que muestra al Rey Buby (apodo con que la Reina
María Cristina llamaba a su hijo) las miserias de los pobres, antes de depositar un
toisón de oro en su ilustre lecho.
El ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la entonces famosa confitería Prast,
1 en el número ocho de la
calle del Arenal, en el corazón de
Madrid, a unos cien metros del
Palacio Real. El pequeño roedor se escapaba frecuentemente de su domicilio y, a través de las cañerías de la ciudad, llegaba a las habitaciones del pequeño rey Bubi I (
Alfonso XIII) y las de otros niños más pobres que habían perdido algún diente, despistando a los
gatos, que siempre estaban al acecho. El
Padre Luis Coloma (
Jesuita nacido en
Jerez de la Frontera) describe así el encuentro del pequeño rey protagonista del cuento con el Ratón Pérez: “El rey niño Buby I colocó su diente debajo de la almohada, como es costumbre hacer, y esperó impaciente la llegada del ratoncito. Ya se había dormido cuando un suave roce lo despertó.”
El personaje de el ratoncito Pérez, ya aparece en la novela de Benito Pérez Galdós "La de Bringas" escrita en 1884 y ambientada en 1868 (el atutor compara a un personaje, especialmente tacaño, con el ratoncito Pérez), luego debía ser popular para el público ya antes del cuento referido anteriormente.
Años después este ilustre personaje ha recibido un merecido reconocimiento, tras estar años y años llenando de ilusión los sueños de los más pequeños.
El
Ayuntamiento de Madrid rindió un homenaje a este ratoncito de leyenda instalando una placa conmemorativa en la
calle del Arenal, número 8, de
Madrid, el mismo lugar donde el
padre Coloma situó la vivienda del roedor, con el siguiente texto: Aquí vivía, en una caja de galletas, Ratón Pérez, según el cuento que el
padre Coloma escribió para el niño Rey Alfonso XIII.
Se ha convertido de este modo en el primer personaje ficticio al que el Ayuntamiento homenajea con una placa del Plan Memoria de Madrid.
El Ratoncito Pérez es de los pocos personajes de ficción que tiene residencia real conocida.
Ahora los niños le dirigen cartas a su domicilio de la calle Arenal e incluso llegan a mandarle sus dientes por correo, sin perder esa gran ilusión que este ratón muy pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro, zapatos de lienzo y una cartera roja, colocada a la espalda, siempre les ha hecho sentir.