martes, 18 de octubre de 2016

INTERVENCIÓN LOGOPÉDICA EN TEL.







En general, las técnicas de intervención logopédica que se emplean con mayor asiduidad se centran en ocho aspectos fundamentales:
  1.  Atención a las familias.
  2.  Adquisición de requisitos básicos para el lenguaje.
  3.  Nivel fonológico del lenguaje.
  4.  Nivel léxico-semántico del lenguaje.
  5.  Nivel morfosintáctico del lenguaje.
  6.  Nivel pragmático del lenguaje.
  7.  Enseñanza de la lectoescritura.
  8.  Atención escolar.
Lógicamente, la inclusión o no de estos aspectos en un programa de tratamiento dependerá de los problemas y déficits a nivel lingüístico de cada caso (y que estarán relacionados con el subtipo de TEL establecido en la evaluación inicial).

1. ATENCIÓN A LAS FAMILIAS

Teniendo en cuenta que los casos de TEL tienen como protagonistas a niños de pocos años, un aspecto que debería formar parte de todos los programas de intervención logopédica es el trabajo sobre la familia y sobre sus necesidades habituales, que generalmente incluyen la información sobre el tema y las consecuencias que el problema puede tener en el futuro, el apoyo emocional y el soporte profesional, o el establecimiento de estrategias comunicativas eficaces para interactuar con el niño.
Así, el trabajo del logopeda con la familia suele concretarse en dos tipos de actuaciones habituales:
  •  Información a la familia en el momento del diagnóstico y durante el tratamiento. Cuando se produce el diagnóstico de TEL, es común que las familias experimenten miedo, nerviosismo e incertidumbre y que muestren muchas dudas sobre el trastorno y sus futuras implicaciones. Por tanto, el logopeda deberá proporcionar información apropiada sobre el trastorno y servir como punto de referencia. Además, es importante que este trabajo de información se siga produciendo durante todo el periodo en que se esté interviniendo sobre el lenguaje del niño. 
  •  Entrenamiento de la familia como agente en la intervención. Debido a que los niños con TEL muestran sus deficiencias lingüísticas en todo momento, y a que la mayor parte del tiempo la pasan con sus familias, una práctica recomendable es instruir a las familias (a) a comunicarse de manera efectiva, y (b) instarles a emplear actividades lingüísticas no estructuradas que permitan al niño practicar lo enseñado en la consulta logopédica y corregir los errores. Estas actividades no podrían considerarse como una intervención propiamente dicha, sino que van a aprovechar las situaciones naturales que se vayan produciendo en el funcionamiento diario del niño.

2. ADQUISICIÓN DE REQUISITOS BÁSICOS PARA EL LENGUAJE

En muchos casos, antes de comenzar la intervención propiamente dicha es necesario asegurarse de que el niño domina una serie de requisitos básicos (o comportamientos prerrequisitos). Si bien la mayoría de los niños adquieren estos requisitos rápidamente, los déficits de los niños con TEL pueden hacer que esto no se así, en cuyo caso el primer paso del tratamiento deberá consistir en su enseñanza.
Entre los requisitos básicos más importantes se encuentran:
  •  Habilidades comunicativas básicas. Por ejemplo la atención conjunta, la adaptación a los turnos de una actividad interactiva, etcétera. Si el niño tiene déficits a este nivel, es conveniente comenzar reforzando y atendiendo cualquier intento comunicativo, para progresivamente ir dando más importancia a la comunicación verbal apropiada.
  •  Atención. A menudo se encuentran niños con TEL cuya atención es casi inexistente. En esos casos es necesario realizar un trabajo previo para mejorarla. En un primer momento, el objetivo sería conseguir que el niño esté en situación apropiada para el aprendizaje, controlando sus propias reacciones (en este sentido, es frecuente que el logopeda tenga que controlar físicamente al niño para que éste pueda centrarse en los estímulos presentados). A continuación, se debe conseguir que el niño sea capaz de escuchar y atender a unas instrucciones mínimas, actuando de forma conjunta. Para ello se suelen utilizar tareas manipulativas (puzzles, construcciones, dibujos, etcétera) que progresivamente se van haciendo más complejas. Por último, debe enseñarse a que el niño controle cuándo y cómo dejar la actividad que está realizando, en función de lo que los demás demanden de él; de nuevo, es común recurrir a una interrupción física que progresivamente se va retirando.
  •  Imitación verbal. El objetivo sería poner la imitación verbal bajo control; es decir, conseguir que el niño repita modelos verbales con la mayor exactitud posible, así como que aprenda a repetirlos espontáneamente. Para ello, se utilizan tareas de repetición de modelos verbales comenzando por onomatopeyas, para posteriormente ir pasando a elementos lingüísticos de complejidad creciente.
  •  Seguimiento de instrucciones verbales. El objetivo general en esta habilidad sería ayudar al niño a identificar personas, lugares y cosas por su nombre y aprender a seguir instrucciones sencillas. Para ello se selecciona un vocabulario básico que el niño comprenda y que sea significativo, pasando entonces a enseñar al niño a responder a instrucciones que incorporen el vocabulario aprendido. Y paulatinamente, se irán añadiendo nuevas palabras y órdenes cada vez más complejas.

3. NIVEL FONOLÓGICO DEL LENGUAJE

Como se indicó al exponer los distintos subtipos diagnósticos de TEL, algunas de las alteraciones más frecuentes afectan a la producción y la comprensión fonológicas. A continuación figuran las técnicas más habituales ordenadas en función de los problemas habituales a este nivel:

Alteraciones en la discriminación de fonemas. 
Generalmente, los ejercicios se centran tanto en la discriminación de fonemas similares, como en la identificación del orden de los fonemas dentro de las palabras. Para ello se emplean ejercicios como:

  1.  Diferenciar palabras iguales o que se distingan sólo en un fonema (ojo/oso, codo/codo, coro/codo, etcétera).
  2.  Seguir órdenes que contengan fonemas problemáticos.
  3.  Señalar objetos.
  4.  Emplear gestos diferentes en función del fonema presentado.
  5.  Responder a palabras según la discriminación de fonemas.
Déficits en la producción de fonemas
Se recomienda mejorar la pronunciación de los fonemas que el niño ya tenga adquiridos, y al mismo tiempo enseñar los que todavía no produzca. Algunos ejercicios apropiados serían:

  1.  Manipulación directa de los órganos de la articulación.
  2.  Aparatos de biofeedback.
  3.  Imitación de fonemas y palabras.
  4.  Lectura de sílabas, palabras, frases y textos.
  5.  Denominación de tarjetas que contienen dibujos o acciones.
  6.  Lotos fonéticos.
  7.  Bingos fonéticos.
  8.  Juegos con fonemas.
  9.  Canciones populares y poesías.
  10.  Role-playing en el que se representan papeles apropiados.
  11.  Scripts.
  12.  Guía física de los órganos fonadores.
  13.  Empleo de modificadores de la articulación (depresores, bolas, etcétera).
  14.  Imitación del logopeda.
  15.  Visualizadores de voz (Speech Viewer)
Problemas a nivel silábico
Suele ser frecuente que los niños con TEL muestren también dificultades para discriminar las sílabas que constituyen las palabras, una dificultad que afecta tanto a la producción como la comprensión de sílabas. Para intervenir sobre este aspecto, se emplean actividades como:

  1.  Discriminar la duración de palabras (más o menos sílabas).
  2.  Discriminar las variaciones en el tono de la voz en las distintas sílabas.
  3.  Identificar el número de sílabas del que constan las palabras (se comenzará marcando las sílabas con golpes de voz que poco a poco se van desvaneciendo).
  4.  Imitación de sílabas.
  5.  Repetir una palabra omitiendo alguna sílaba.
  6.  Añadir sílabas a palabras.
  7.  Imitación.

4. NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO DEL LENGUAJE

Los niños con TEL tienen un vocabulario más reducido que los niños con desarrollo normal del lenguaje y presentan limitaciones a nivel semántico, de ahí que sea común que el logopeda intervenga sobre estos aspectos centrándose en tres objetivos:

Aumentar el vocabulario
Tanto a nivel comprensivo como productivo. Para ello, algunos ejercicios apropiados podrían ser:

  1.  Imaginar historias sobre temas generales y específicos.
  2.  Imitación.
  3.  Juegos de semejanzas y diferencias.
  4.  Juegos de sinónimos y antónimos.
  5.  Tareas de evocación.
  6.  Sacar objetos de una bolsa y describirlos.
  7.  Detectar errores cometidos al leer un cuento.
  8.  Juego del veo-veo.
  9.  Responder a órdenes.
  10.  Señalar imágenes al decir su nombre.
  11.  Evocar palabras que faltan en una serie.
  12.  Reconocer el objeto que corresponde a una determinada descripción.

Mejorar las relaciones léxicas entre palabras del vocabulario
Además de mejorar el vocabulario, es necesario trabajar sobre la construcción de relaciones temáticas y jerárquicas, más que sobre una simple acumulación de palabras. Ejercicios adecuados podrían ser los siguientes:

  1.  Preguntas sobre vocabulario (qué es, por qué, para qué)
  2.  Juegos de semejanzas y diferencias.
  3.  Analogías.
  4.  Preguntas directas (dime cosas que puede hacer un pájaro o un avión? ¿qué animales pueden volar? ¿dónde se puede encontrar pan?.
  5.  Elegir dos palabras al azar y tratar de relacionarlas.
  6.  Ejercicios de polisemia.
  7.  Inventar adivinanzas.

5. NIVEL MORFOSINTÁCTICO DEL LENGUAJE

Las dificultades más frecuentemente encontradas en los niños con TEL, dentro de la dimensión de la morfología y la sintaxis, tienen que ver con los siguientes aspectos:

Empleo de elementos sintácticos y gramaticales
Se utilizan actividades como las que figuran a continuación, en las que se trabajarían aquellos elementos con los que el niño presente problemas (plurales, pronombres, verbos, preposiciones, futuros, etcétera). Así, se suelen emplear actividades y ejercicios como los siguientes:

  1.  Elaborar frases a partir de una o dos palabras dadas.
  2.  Contar el contenido de una lámina con dibujos.
  3.  Corregir errores u omisiones.
  4.  Corregir las frases que un muñeco dice.
  5.  Ordenar palabras.
  6.  Construir frases que contengan los elementos problemáticos.
  7.  Unir partes de enunciados.
  8.  Crear historias imaginarias y cuentos.
  9.  Canciones infantiles.
  10.  Imitación.
  11.  Role-playing.
  12.  Scripts.

Estructura de las oraciones
Habrá que tener en cuenta la edad del niño y la secuencia evolutiva de adquisición del lenguaje, para diseñar ejercicios que permitan palabras solas a combinaciones de dos palabras de los tipos más frecuentes (agente-acción, acción objeto, agente-objeto, etcétera) y de ahí a primeras frases. Estos ejercicios podrían implicar:

  1.  Imitación.
  2.  Ordenación de historietas.
  3.  Reconocer frases correctas.
  4.  Completar oraciones.
  5.  Corregir oraciones desordenadas.
  6.  Descripción de eventos.
  7.  Invención de historias.
  8.  Role-playing.
  9.  Scripts.

Comprensión de oraciones
Para trabajar sobre este área, se emplean ejercicios como:

  1.  Seguimiento de órdenes individuales. Por ejemplo, “coge un lápiz”, “dame la goma”, “dibuja una casa” o “pinta un árbol de color rosa”.
  2.  Seguimiento de órdenes complejas. Por ejemplo, “coge un lápiz y da un salto”, “dame la goma que tiene dibujada una estrella”, “dibuja una casa que tenga el tejado verde” o “delante de la casa, pinta un árbol de color rosa pero que sea más bajito que la casa”.
  3.  Producir oraciones semejantes.

6. NIVEL PRAGMÁTICO DEL LENGUAJE

En ocasiones, los niños con TEL tienen dificultades para participar en la comunicación que acontece en sus ambientes, que no inician intercambios conversacionales, y que son incapaces de emplear regularmente el lenguaje como herramienta para satisfacer sus diversas demandas. En este sentido, la intervención logopédica sobre el nivel pragmático suele hacer hincapié en dos aspectos diferentes pero complementarios:
Desarrollo de la intencionalidad
El objetivo sería facilitar que el niño inicie el intercambio lingüístico y lo haga de manera consciente e intencional. Algunos ejercicios pertinentes serían:

  1.  Describir lo que se hace mientras se ejecuta alguna actividad.
  2.  Describir láminas de historias.
  3.  Canciones.
  4.  Dibujar y contar historias.
  5.  Completar dibujos inacabados e inventar historias con ellos.
  6.  Role-playing.
  7.  Utilización de scripts.
  8.  Historietas en las que falta información que el niño debe completar. Por ejemplo, se cuenta la historia “Pablo se dejó la ventana del cuarto abierta mientras dormía por la noche. Al día siguiente no pudo ir a clase” y se hacen preguntas como ¿Qué le pasa? ¿Es invierno o verano? ¿Qué diría su madre?.
Desarrollo del discurso
A través de actividades como:

  1.  Contar experiencias personales.
  2.  Describir eventos que hayan ocurrido o estén ocurriendo.
  3.  Hablar de temas conocidos.
  4.  Contar historias que impliquen sentimientos.
  5.  Conversar por teléfono imaginariamente con otras personas.
  6.  Juegos de semejanzas y diferencias.
  7.  Role-playing.
  8.  Utilización de scripts.
  9.  Historietas en las que falta información que el niño debe completar. Por ejemplo, se cuenta la historia “Pablo se dejó la ventana del cuarto abierta mientras dormía por la noche. Al día siguiente no pudo ir a clase” y se hacen preguntas como ¿Qué le pasa? ¿Es invierno o verano? ¿Qué diría su madre?.

7. ENSEÑANZA DE LA LECTOESCRITURA

En algunos casos de niños que han sido diagnosticados tardíamente o que llevan mucho tiempo en tratamiento, es posible tener que intervenir específicamente sobre la adquisición de la lectoescritura. Si el niño con TEL ha sido tratado correctamente de manera temprana, la mayoría de sus déficits estarán corregidos para cuando llegue el momento de iniciar este aprendizaje y no será necesario realizar ninguna intervención especial. 
Sin embargo, si el niño alcanza la edad apropiada (6-7 años, dependiendo del colegio), sigue en tratamiento logopédico para superar el retraso lingüístico y dispone de las habilidades previas necesarias, sería apropiado que el logopeda trabaje con los profesores para diseñar un programa de enseñanza de lectoescritura apropiado y ajustado a cada caso. Existen numerosos manuales que pueden facilitar esta labor, algunos de los cuales se mencionan en la bibliografía adicional proporcionada en este mismo tema de la asignatura.

8. ATENCIÓN ESCOLAR

 El grueso de los niños diagnosticados con TEL suelen acudir a centros ordinarios o a centros ordinarios de integración, y diversos estudios han mostrado claramente cómo este tipo de entornos escolares favorece un mejor aprendizaje del lenguaje (además de otras ventajas a nivel social, afectivo, etcétera).
Así, el apoyo a nivel educativo del logopeda se suele concretar en dos actuaciones principales:
  •  Realizar adaptaciones del currículum educativo: comprenderían la modificación de aspectos como los contenidos y objetivos, la metodología, las actividades, el modo de evaluar, los horarios, el agrupamiento de alumnos, etcétera.

  •  Contribuir a una adecuada formación del profesorado: generalmente, este profesorado no cuenta con información específica sobre este tipo de problemáticas que estén basadas en investigaciones contrastadas, y suelen necesitar pautas para interactuar con los niños  y dirigir sus aprendizajes. Entre dichas pautas, podemos sugerir algunas de las mencionadas anteriormente al hablar de la atención a las familias. 

Fuente: Universidad de Murcia. 

EVALUACIÓN LOGOPÉDICA DEL TEL.







Debido a la variedad de déficits que pueden presentarse en un caso de trastorno específico del lenguaje, y a la diversidad de problemas similares que deben descartarse diferencialmente, la evaluación del TEL es necesariamente compleja y abarca prácticamente todas las capacidades y habilidades relacionadas con el lenguaje y su adquisición. 

1. ÁREAS DE EVALUACIÓN RECOMENDADAS

Para poder establecer un correcto diagnóstico del TEL, la mayoría de investigadores y clínicos recomiendan evaluar las siguientes áreas:

Estado general del niño.

Como siempre, una práctica necesaria en la evaluación de las alteraciones logopédicas consiste en determinar el estado general del niño; es decir, conocer su grado de funcionamiento en general. De esta forma, podremos obtener una imagen amplia de sus capacidades y/o limitaciones, y evitaremos el error de centrarnos exclusivamente en el problema sin tener en consideración las circunstancias del mismo.
Además, en el caso del TEL resulta esencial conocer cuatro aspectos generales del niño, ya que son muy importantes para confirmar que efectivamente estamos ante un problema de este tipo, o por el contrario corresponde otro diagnóstico:
  •  El grado de desarrollo.
  •  La inteligencia.
  •  La existencia de posibles problemas neurológicos.
  •  El nivel de interacción social. 
Bases funcionales del lenguaje.

Otro aspecto que es necesario determinar para descartar la existencia de otros problemas que pudieran dar cuenta del retraso en el lenguaje, es que el niño no posea dificultades a nivel de bases funcionales:
  •  Audición: el nivel auditivo debe ser normal y no corresponder a una hipoacusia o sordera. Para ello, se emplearán los exámenes audiológicos pertinentes (generalmente llevados a cabo por un audiólogo u OTL).
  •  Bases bucofonatorias: igualmente, no deben existir problemas a nivel motor ni morfológico en los órganos bucofonadores, lo que se comprueba mediante los exámenes habituales.
Nivel de competencia lingüística.

Por supuesto, el grueso de la evaluación de un posible caso de TEL debe centrarse en el nivel de competencia lingüística que muestra el niño, y la relación entre este nivel y el que correspondería a su nivel de edad. 
Debido a la importancia de realizar un buen diagnóstico de este punto, y a la necesidad de comparar el nivel lingüístico encontrado con un nivel ideal, es conveniente tener en cuenta tres consideraciones:
  •  Es importante que los instrumentos empleados permitan una evaluación lo más amplia y general posible, de manera que se cubran todos los aspectos formales del lenguaje, tanto en comprensión como producción.
  •  Es recomendable emplear más de un instrumento, para evitar que posibles problemas en la aplicación del mismo conduzcan a un diagnóstico erróneo.
  •  Al menos uno de los instrumentos debería ser un test estandarizado de lenguaje, de fiabilidad y validez contrastadas, y que posea baremos adaptados a la población general española.
2. INSTRUMENTOS HABITUALES DE EVALUACIÓN

Documento Anexo, instrumentos habituales de evaluación. Enlace.

Fuente: Universidad de Murcia.

lunes, 17 de octubre de 2016

APP PARA ESTAR BIEN ORGANIZADOS EN EL COLE.


Una selección de apps para estudiantes, padres y centros de educación, que nos ayudarán a estar bien organizados y sin que se nos escape nada. Deberes, horarios, menús, comunicación con el colegio, organización de tareas familiares, refuerzo escolar... Está todo inventado.

Horario de clase

  • Edad: +4 años
  • App Store: Gratis
  • Play Store: Gratis
Una aplicación de uso simple y cómodo para tener controlados los horarios de clase. Con una mayor visibilidad, gracias a su intuitiva interface, esta aplicación incluye función de nota simple sobre las clases o elaboración de dos horarios separando la semana en A/B, entre otras. En la misma línea encontraréis Horario de Clases, también pensada para el colegio, el instituto o la universidad. En ella, los alumnos pueden llevar un registro de sus clases y añadir eventos a su horario semanal con facilidad. Permite añadir tareas y horarios de exámenes a la agenda y personalizarlos con colores, lo que la hace muy visual. Disponible en inglés como Time Table en Play Store.

Nunna Online

  • Para centros de educación y padres
  • App Store: Gratis
  • Play Store: Gratis
Pensada para centros de educación y padres de niños de infantil de primer ciclo (0-3 años), esta aplicación promueve la coordinación directa y coherente entre la escuela y la familia, para mejorar la atención personalizada del niño. Comparte información como comunicados del cole, menú del comedor, fotos, música y vídeos del día a día.

Picniic

  • Edad: Para toda la familia
  • App Sotre: Gratis (opción premium)
De momento solo en inglés, esta aplicación permite manejara todos los miembros de la familia todas las tareas compartidas e información relevante. Calendario, lista de la compra, tareas pendientes, carpeta para guardar información importante relativa a seguros médicos o contactos de emergencia, por ejemplo, localizador de los miembros de la familia por geoposicionamiento, organización de menú y recetas... En fin, un app muy útil para mejorar la productividad y organización de la vida familiar. 

GoConqr

  • Edad:+4
  • App Store: Gratis
  • Play Store: Gratis
Esta app convierte el aprendizaje en un proceso sencillo. Permite visualizar, reproducir y descubrir recursos de aprendizaje como mapas mentales, fichas test, diapositivas y apuntes. También sirve para llevara cabo un aprendizaje social y conectar y colaborar con amigos, compañeros de clase y estudiantes de todo el mundo.

Lingokids

  • Edad: 2-6 años
  • App Sotre: Gratis
  • Play Store: Gratis
Lingokids es un curso adaptativo de inglés infantil basado en divertidos juegos y vídeos junto con actividades de refuerzo offline. Con un temario de más de 3.000 palabras, los niños desarrollan su cerebro adquiriendo las bases del bilingüismo en las edades críticas tempranas mientras se divierten.
Visto en: elmundo.es

SUBTIPOS DE TEL.






Dada la amplitud de problemas que pueden considerarse dentro de la categoría diagnóstica de trastorno específico del lenguaje, la estrategia más habitual ha sido la de buscar subtipos que  agrupan problemas logopédicos similares, intentando facilitar así la evaluación y el tratamiento de los mismos.

Teniendo en cuenta las polémicas existentes sobre el concepto de TEL y la manera de identificarlo, puedes imaginar que también han sido numerosas las clasificaciones para establecer subtipos del trastorno. De todas estas clasificaciones, la más conocida a nivel internacional es la de Rapin y Allen (1987, 1988), quienes a partir de un análisis de muchos casos clínicos distinguieron hasta un total de 6 subtipos de TEL, cuyas características se resumen en la tabla siguiente:
  •  Trastorno de la programación fonológica.
  •  Dispraxia verbal
  •  Trastorno fonológico-sintáctico
  •  Agnosia auditivo-verbal
  •  Trastorno semántico-pragmático
  •  Trastorno léxico-sintáctico. 

Subtipo
Descripción
Trastornos de la vertiente expresiva
Trastorno de la programación fonológica
- Cierta fluidez de producción, pero con articulación confusa (enunciados casi ininteligibles).
- Notable mejoría de calidad articulatoria en tareas de repetición de elementos aislados (sílabas, etc).
- Comprensión normal o casi normal.
Dispraxia verbal
- Incapacidad masiva de fluencia.
- Grave afectación de la articulación (hasta ausencia completa de habla).
- Enunciados de 1 o 2 palabras, que no mejoran en su realización articulatoria con la repetición.
- Comprensión normal o próxima a la normal.
Trastornos de comprensión y expresión
Trastorno fonológico-sintáctico
- Déficit mixto receptivo-expresivo.
- Fluidez verbal perturbada.
- Articulación de habla alterada.
- Sintaxis deficiente: frases cortas, omisión de nexos y marcadores morfológicos, laboriosa formación secuencial de enunicados.
- Comprensión mejor que expresión.
- Variables de dificultad de comprensión: longitud del enunciado, complejidad estructural del enunciado, ambigüedad semántica, contextualización del enunciado, rapidez de emisión.
Agnosia auditivo-verbal
- Sordera verbal.
- Fluidez verbal perturbada.
- Comprensión del lenguaje oral severamente afectada o ausente.
- Expresión ausente o limitada a palabras sueltas.
- Articulación gravemente alterada.
- Comprensión normal de gestos.
Trastornos del proceso central de tratamiento y de la formulación
Trastorno semántico-pragmático
- Desarrollo inicial del lenguaje más o menor normal.
- Articulación normal o con ligeras dificultades.
- Habla fluente, a menudo logorreica; puede emitir frases aprendidas de memoria.
- Enunciados bien estructurados gramaticalmente.
- Grandes dificultades de comprensión; puede haber una comprensión literal y/o no responder más que a una o dos palabras del enunciado del interlocutor.
- Falta de adaptación del lenguaje al entorno interactivo: deficientes ajustes pragmáticos a la situación y/o al interlocutor, coherencia temática inestable, probable ecolalia o perseverancia.
Trastorno léxico-sintáctico
- Habla fluente con pseudotartamudeo ocasional por problemas de evocación.
- Articulación normal o con pequeñas dificultades.
- Jerga fluente (en el niño pequeño).
- Sintaxis perturbada: formulación compleja dificultosa, interrupciones, perífrasis y reformulaciones, orden secuencial dificultoso, utilización incorrecta de marcadores morfológicos, frecuencia de “muletillas”.
- Comprensión normal de palabras sueltas.
- Deficiente comprensión de enunciados.
Tabla 1. Subtipos de TEL según Rapin y Allen (1987, 1988)

Eso sí, es muy importante que entiendas que estos problemas son los que están presentes en la mayor parte de los casos, lo que no quiere decir que todos los niños encajen perfectamente en una de las categorías

De cualquier forma, conocer estos subtipos de TEL es muy importante para los logopedas, ya que sirven para orientar la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento. Por ejemplo, imagina que  te llega un niño con un diagnóstico de "trastorno fonológico sintáctico"; a partir del mismo, ya puedes determinar que es un problema que afecta a la expresión y a la comprensión, y en el que probablemente se verán afectados la articulación de fonemas y la sintaxis, pero no el vocabulario.

Fuente: Universidad de Murcia.

CONCEPTO DE TEL.


1. DEL RETRASO EN EL LENGUAJE AL TEL

En el estudio de las alteraciones en el lenguaje se han empleado numerosos términos para referirse a los problemas que hoy en día se pueden categorizar como trastorno específico del lenguaje. 
Así, un primer término que tuvo cierto éxito es el de "afasia evolutiva", entendida como trastornos receptivos o productivo-receptivos producidos en niños y que mostraban similitudes con la desorganización del lenguaje que es típica en las afasias de los adultos.
No obstante, el concepto de afasia siempre se ha relacionado con problemas lingüísticos derivados de daños y patologías neurológicas, por lo que para muchos autores no era adecuado para describir los problemas de muchos niños que mostraban un desarrollo lingüístico alterado pero sin que existiera dichos problemas neurológicos, y además era un término originado en un ámbito médico que era difícil de trasplantar a la Logopedia.
Por tanto, posteriormente y dentro de un ámbito más logopédico, se acuñó el concepto de "retraso en el lenguaje" y se habló de dos tipos principales:
  •  Retraso primario en el lenguaje: caracterizado principalmente por un desfase de la adquisición de las habilidades lingüísticas de acuerdo a la edad cronológica, sin que existan causas biológicas ni psicológicas que lo expliquen.

  •  Retraso secundario en el lenguaje: debido a otras patologías de tipo neurológico, motórico, psicológico, etcétera. 
Lógicamente, los casos de TEL entrarían dentro de los retrasos primarios en el lenguaje, reservándose la otra categoría para los problemas logopédicos asociados al retraso mental, el autismo, etcétera.

Sin embargo, para muchos autores e investigadores esta categoría de "retraso primario" seguía siendo muy amplia y con poca utilidad para el trabajo clínico, por lo que nuevamente se subdividió en dos nuevos conceptos: 
  •  Retraso simple del lenguaje: se aplicaría a niños pequeños (hasta unos 6 años) en los que existe un desfase en el aprendizaje del lenguaje si lo comparamos con el ritmo evolutivo habitual de las adquisiciones.
  •  Disfasia infantil: se entendería como un déficit del lenguaje oral que se manifiesta principalmente a partir de los 6 años, bajo la forma de una desorganización del lenguaje en evolución.
Los conceptos de "retraso simple" y de "disfasia infantil" encontraron un notable eco dentro de la comunidad científica y logopédica, siendo utilizados extensamente; incluso en la actualidad, algunos trabajos emplean el concepto de disfasia o de retraso simple del lenguaje. Pero pese a ello, muchas voces continuaron criticando esta terminología, apoyándose en razones como las siguientes:
  •  En la práctica eran muy difíciles de distinguir, ya que básicamente los problemas típicos del retraso simple también podían encontrarse en la disfasia y viceversa.

  •  El criterio de los 6 años es muy problemático, ya que los niños no tienen un ritmo evolutivo que pueda dividirse categóricamente en función de la edad cronológica.

  •  Debido a los problemas anteriores, la utilización en el campo aplicado era muy difícil. Si bien a nivel teórico eran muy comunes, la utilidad clínica de los dos términos era muy escasa.

  •  Había muchos casos que no quedaban bien cubiertos, especialmente en la disfasia.

  •  No eran términos específicos: el término de retraso en el lenguaje es muy vago y de uso común, y el de disfasia tenía connotaciones en el ámbito médico.
Por todo ello, se procuró una solución consistente en "empezar de cero", empleando un nuevo término para describir esta casuística. Así, a partir de las propuestas de varios autores y posteriormente de las recomendaciones de la ASHA (American Speech-Hearing Association), surgió el término de "trastorno específico del lenguaje (TEL)" para hacer referencia a una limitación significativa del lenguaje en niños que presentan un desarrollo normal y que no muestran una causa evidente para dicha limitación.

De esta manera y como resultado de esta evolución, en la actualidad la tendencia es la de emplear el término de TEL como una etiqueta diagnóstica más específica, propia del ámbito logopédico, y sin excesivas connotaciones.

2. DEFINICIÓN ACTUAL DEL TEL

Utilizaremos la definición de este trastorno propuesta por la ASHA (American Speech-Hearing Association), que lo caracteriza como:
"Una dificultad con el lenguaje que no está causada por ningún déficit evidente a nivel neurológico, sensorial, intelectual o emocional, y que puede afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades conversaciones

Esta definición es también la recogida en nuestro país por AELFA (Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología), que entiende este déficit como:
"Dificultades de lenguaje observadas en niños con un desarrollo típico en todas las demás funciones psicológicas y con una educación normal, al menos en el momento de su identificación"

En resumen, los niños diagnosticados con TEL (a) muestran un funcionamiento correcto en la mayoría de áreas de funcionamiento, (b) no muestran otros trastornos concomitantes, y (c) tienen evidentes dificultades en el lenguaje sin razones aparentes.

Y aunque, como veremos más adelante, la variedad de problemas y casos que se consideran como TEL es muy grande, podemos considerar como características generales de este trastorno las siguientes:
  •  Hay un nivel lingüístico inferior a lo esperado para el grupo de edad (se considera que tiene que existir un retraso de al menos 12 meses, o de al menos 1,25 desviaciones típicas por debajo de la media de la población normal en un test de lenguaje).

  •  El niño presenta un desarrollo normal a nivel cognitivo, social, de autoayuda y motor.

  •  No existen déficits sensoriales ni alteraciones cerebrales asociadas. En numerosas ocasiones se hace un diagnóstico erróneo ya que alumnos diagnosticados como TEL presentan alteraciones sensoriales, cognitivas y cerebrales por lo que no serían alumnos TEL.

  •  En definitiva, no existe una causa conocida que pueda explicar la gravedad del retraso en el lenguaje.

  •  Los déficits afectan a la competencia lingüística (comprensión y producción) pero no a la comunicativa; es decir, que los niños con TEL suelen mantener una intención comunicativa importante.

  •  El problema es evidente desde las primeras etapas de adquisición del lenguaje (2-3 años).

  •  Los déficits tienen un carácter evolutivo, de manera que si no se realiza una intervención adecuada, los problemas suelen ir empeorando a lo largo del tiempo y los niños pueden acabar recibiendo un diagnóstico más severo (retraso mental, autismo, etcétera)

Fuente: Universidad de Murcia.

jueves, 13 de octubre de 2016

LA TÉCNICA DEL SEMÁFORO PARA EL CONTROL DE LAS EMOCIONES.



La técnica del semáforo, el medio  para controlar las emociones

Toda persona experimenta señales físicas en el momento cuando se enoja, algunas de estas pueden ser:  sudor en las manos, la respiración se agita, la cara se enrojece, los músculos se ponen tensos, se nubla la vista, se aceleran las pulsaciones del corazón, se siente un vacío en el estómago o se seca la boca.
En condiciones como estas, cae bien la aplicación de La técnica del semáforo, la cual precisamente consiste en reconocer estas señales y mediante este conocimiento comenzar  la dinámica de controlar las emociones. La situación es que cuando se presenta una de estas señales es semejante al semáforo en rojo.

Descripción de La técnica del semáforo

  1. Luz roja. Esto significa que, de la manera como se para una persona en un semáforo, la persona se debe estacionar  y comenzar a detectar las señales que se mencionaron en el párrafo anterior, este es el primer paso que se debe dar en aras de determinar el estado de ánimo en el que el niño se encuentra.
  2. Luz naranja. En este momento se puede entrar en la concientización de manejar los sentimientos, habiendo logrado el control de la emoción que se esté presentando, ya se está frente al descubrimiento del estado de enfurecimiento que se tenga, es decir, se puede determinar la causa de lo que esté sucediendo.
  3. Luz verde. Este estado de La técnica del semáforo indica que el alumno debe pensar en primer lugar cuál es la mejor forma de expresar la emociones que está experimentando en el momento y  a la vez, se necesita saber cuál es la mejor forma de salir de la emoción para retornar a un estado de comportamiento normal
  4. Luz intermitente. Cuando el semáforo tiene una luz intermitente, significa que los vehículos se deben detener para que los peatones puedan pasar, esto en los niños es cuando deben hacer un alto para mirar minuciosamente su conducta.
  1. Más allá de la situación emocional. Esta técnica no se centra únicamente en la situación emocional de las personas,  lo mejor de todo es que se extiende a lograr mejoras en cuanto al comportamiento que en determinado momento se  puede tener como respuesta a las circusntancias buenas o malas que rodean al alumno.
  2. Todo es de manejo. El problema mayor es cuando se deja que la conducta avance y no se detiene para que la persona cambie en su forma de comportarse. Es por eso que La técnica del semáforo se aplica en múltiples casos y se pueden ver los resultados positivos que los alumnos  pueden experimentar.
  3. Lo normal de los niños. El comportamiento de los niños en cada una de las circunstancias que les rodean  es semejante, es decir, se enojan cuando no están de acuerdo con  ciertas situaciones de los demás niños y casi en todos los casos actúan de la misma manera, para lo cual sirve bien la técnica antes dicha.
  4. Gestionar las emociones negativas.  La técnica del semáforo tiene que ver con la capacidad de controlar las emociones de las que los niños son víctimas.
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